ADVERTENCIA

Nada de lo que leas, sin importar dónde está escrito,

nada de lo que escuches, sin importar quien lo dijo,

nada debes aceptar sin previo discernimiento y tú mismo debes decidir su veracidad.

Consúltale a tu corazón que él nunca se equivoca.

Discernimiento: Criterio o capacidad de distinguir los elementos que están implicados en una cuestión, como se relacionan entre sí como se afectan los unos con los otros y como cada uno de ellos incide en el conjunto.

miércoles, 3 de abril de 2019

IMPORTANTE: SER FLEXIBLE x SER VOLUBLE Mensaje que siempre es actual.

Agnimitra 30 de Mayo 2011

SER FLEXIBLE x SER VOLUBLE

Este es más un llamado, recordatorio, o recado que fui incumbido de trasmitir a los Trabajadores de la Luz que acompañan este blog, o a los que este mensaje pueda llegar, finalmente.
Delante del intenso flujo de informaciones, canalizaciones, contactos aliado a un escenario cada vez más, digamos, poco común (la Tierra emitiendo y recibiendo intensas cargas de energía, con la Presencia en el Sistema Solar de grandes Avatares, Conciencias Cósmicas, Faces del Uno y además con la Presencia de los 7 Arcángeles ahora acoplada a los 7 Centros Intraterrenos) se percibe un movimiento enorme, en especial en el reino humano, que de todos los Reinos en Transición en este planeta parecer ser el más “desorientado”.
Una apariencia, claro; puede parecer que las personas están tomando rumbos muy diferentes, presentando modificaciones muy drásticas de una hora para otra, pero todo esto generalmente se inserta en los planos que cada alma preparó o es fruto justamente de algunos ajustes de última hora.

Sin embargo, a pesar de estos factores, que deben ser sí tenidos en cuenta en las consideraciones personales, una situación que viene presentándose (si bien esto no es una novedad) y viene causando cierta conmoción innecesaria, especialmente entre la clase de seres considerados despiertos o en fase de transición es la volubilidad.

En un post anterior se habló con respecto al Discernimiento y Neutralidad, vamos a retomar esta cuestión pero ahora de otro ángulo.
Hermanos, vivimos tiempos especiales, la Ascensión de un planeta como el nuestro, en las circunstancias como las nuestras no es bien un hecho que se pueda llamar corriente, el ritmo que perpetuamos dentro de la Matriz (aquí hablando especialmente en términos de camino espiritual, pero lo mismo sirve para todos los otros ámbitos de la vida humana) es obvio, no es más adecuado y eso ya hace mucho tiempo.
La instrucción es constantemente actualizada y la misma llega de puntos diversos bajo los más diversos ropajes y esto exige de nosotros FLEXIBILIDAD. Las creencias caen y deben ser disueltas, pero no son “nuevas creencias” las que deben ocupar el lugar dejado vacío, pero sí la instrucción que viene del propio Corazón.

Flexibilidad implica una capacidad de adaptación sin fricciones y muchos desgastes, y en el camino espiritual indica la capacidad de la Conciencia de alinearse con diferentes frecuencias Vibratorias a medida que estas se presentan al Ser también sin fricciones y tantos desgastes, en la simplicidad.
Aquí llegamos al tronco de la cuestión y de la razón de este post.
El Alerta es para que los cambios producidos a nivel externo sean fruto de un Cambio Interno, de un impulso que nace en un nivel más profundo que lo egoico, que reclama y culpa, que desea y se frustra.

Trabajadores de la Luz fíjense en que su Servicio no sea afectado por caprichos del pequeño yo. Ser flexible es esencial, aceptar los cambios y permitirse cambiar, pero esto no es lo mismo que ser voluble, ser llevado al gusto de las pasiones, por creencias que sustituyen otras creencias, desligadas de la Vivencia interna.
Libérense de la exigencia, la Fuente no nos pide nada más allá de SER, esto lo conseguiremos en el Abandono del Sí y no corriendo para cumplir patrones externos, expectativas impuestas. Levedad, Alegría, Facilidad estas son marcas de la Luz- Vibración. Al mismo tiempo Atención a lo que el propio interior indica, el Cristo está ahora establecido en el Templo interno, el Cristo de la Luz habla directamente al propio Núcleo Interno, y si tu camino no es mi camino no importa. ¡Amor Incondicional! Todos, todos los caminos llevan siempre e inexorablemente al Encuentro y Fusión total con el Uno, más temprano o más tarde, el tiempo no importa, lo que realmente importa es ¡SER verdadero consigo!
En estos últimos actos de este drama nos cabe establecernos cada vez más firmemente en la Paz que brota del Contacto con la propia Dimensión de Hijos Ardientes del Uno. Esta Paz debe irradiar, especialmente en los momentos en que el mundo entra en pánico y sobresalto. Y una vez más, no es preocupándose y exigiéndose que se alcanza este estado de Paz, por paradójico que sea es Abandonándose, no queriendo, que la Paz se establezca. No es más tiempo, y no hay más tiempo para mejorías del ego, para los procesos personales, todo esto debe ser abandonado a los cuidados de la Luz, mantener la Casa alineada para recibir Aquel que viene, el Cuerpo de la Existencia.
El Sol abrasa y en su calor hay Vida, el Corazón pulsa y su pulsar Es Vida.
¿Este pulsar está alineado al tum-tum de Gaia, estamos oyendo?
Agnimitra
http://antena-protecao.blogspot.com.br/2011/05/ser-flexivel-x-ser-voluvel.html
Antena Proteção
Traducido por A.I. 

miércoles, 13 de abril de 2016

Marzo 2016 Uriel, Anael, Miguel, Ma Ananda Moyi, Gemma Galgani, Maria, Un Amigo, el Ultimo

URIEL
Marzo 2016

Soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Bien amados niños del Uno, os anuncio el tiempo de la Resurrección, el tiempo del Silencio dentro de vuestra Presencia; allí donde la paz inefable viene a acabar con toda la opresión, todo el sufrimiento y llevar a cabo la Libertad. Acojamos juntos, por la Gracia del Espíritu del Sol y el Coro de los Ángeles, lo que tengo que expresaros, ofreceros y depositar a las puertas de vuestro Templo.

… Silencio…

Mientras la confusión y el ajetreo del mundo llega a vuestros oídos, a vuestra conciencia, se abre también la música de las Esferas, que os permite escuchar y vivir el tiempo de la Libertad, el tiempo de vuestro Silencio en el seno de vuestra Presencia, donde se abre la ronda de los cielos -que abre la puerta a la Nueva Alianza, a la Resurrección y, sobre todo, a la Verdad-, donde ninguna ofensa, ningún sufrimiento pueda venir a empañar la eclosión de la Verdad  que emana de lo que sois, incluso en este mundo, para diluir y aclarar la sombra de este mundo hasta desvanecerse dentro de la nueva dimensión y de vuestro destino.

Amados del Uno, oíd el Coro de los Ángeles, oíd la llamada de lo que sois, a través de vuestra persona ilusoria y efímera. El tiempo ha nacido, ha llegado, el del Pasaje, el que acompaña vuestro Retorno a la Eternidad, en la paz eterna del Amor y en la Libertad absoluta de vuestra Presencia o de vuestra Ausencia. Ahí donde el Uno no puede ser seguido por ningún segundo, ahí donde el Uno es la única Verdad, porque no puede haber otra alternativa. Y ahora, regresáis a la Resurrección, no de la carne sino del Espíritu, en la Libertad encontrada, en la Libertad esperada, en la Libertad que canta en vuestros oídos.
Así que, escuchad este soplo nuevo, el que viene a enderezar lo que ha sido retorcido, lo que estaba sufriendo, lo que era errático.

Ha llegado el momento de vivir de verdad y no de estar corriendo tras una supervivencia hipotética. La Vida es Eterna, nunca se detiene, sólo la persona desaparece para volver a ser blancura inmaculada de la Verdad inicial y final, que nunca deja sitio al sufrimiento, a la duda. Entonces, juntos aquí y en otros lugares, acojamos y vibremos en la Paz de Cristo, en la Paz del Uno, en la Paz de la Verdad.

Vosotros sois la Paz, desde el instante en que el bullicio del mundo, no puede hacer nada en el Corazón despierto, en el Corazón recobrado. Ahí donde el Amor es esencia, ahí donde el Amor es Verdad, ahí donde el Amor no requiere ningún esfuerzo sino la sonrisa en vuestros labios y en lo que sois. Sonreíd a la vida Eterna, sonreíd a vosotros mismos, sonreíd al otro que no es más que vosotros mismos en otro estado y, sin embargo, de la misma filiación. La misma esencia recorre toda forma y toda vida, de un extremo al otro de todas las dimensiones, hasta el trono supremo de la Fuente, hasta el Absoluto, ahí donde vive la Verdad, ahí donde todo es Alegría, ahí donde el Coro de los Ángeles canta de forma perpetua, la gloria del Uno, de la Verdad y del Amor.
Vengo con el Arca de la Alianza, de la Nueva Alianza, la que hace sonar el final del terror y del error, para permitiros ser lo que sois, por siempre y para siempre, en la beatitud infinita de la Vida, en el sitio que sea. Ahí donde no hay ni nacimiento ni muerte; ahí donde la Eternidad no es un concepto vano sino la Verdad de cada minuto, de cada respiración, de cada dimensión y de cada forma.

Niños del Uno, acojamos juntos, El que vendrá como un ladrón en la noche y que, sin embargo, se estremece en vuestro Corazón y en vuestra puerta, esperando la llamada, la del instante inicial de la Eternidad, de la Nueva Alianza, del Juramento y de la Promesa.
Despertaos, si no lo estáis ya, a la verdad del Amor y consentid la Paz Eterna que sólo puede encontrarse cuando volváis vuestra alma y vuestra mirada, hacia la belleza eterna del Espíritu infinito, de la sangre sagrada que recorre los universos y multiversos, en todas las dimensiones. En cada paso, en cada puerta, en cada respiración, en cada nacimiento, no hay nuevo nacimiento sino la actualización de la Eternidad en múltiples formas, en múltiples dimensiones.

Niños del Uno, vosotros que habéis llegado, vosotros que, en definitiva, nunca os fuisteis y nunca volvisteis, si no en la ilusión de la persona, en la ilusión de lo efímero. Así que, no importan los sufrimientos pasados, no importan los sufrimientos y las dudas del presente, porque en vuestra Presencia todo se desvanece y no existe ya, dentro de ninguna memoria. Sed libres en el Amor y en la Verdad. Embriagaros con la nueva Libertad y la Paz que nada puede empañar o hundir.

Niños del Uno, escuchad y oíd el canto de la Verdad, la canción de la Paz. Escuchad lo que susurra en vuestros oídos y en vuestra alma o en vuestro Espíritu, el Coro de los Ángeles. Oíd los pasos de Cristo que se acercan a esa fatídica noche de la Resurrección y de la Verdad. Abrid lo que os falta abrir y cerrad las puertas a lo efímero. Estad en la Vida, la que fluye sin parar, donde sois saciados siempre sin que pueda aparecer ninguna carencia o ninguna falta que pueda ser imaginada o pensada.

La Nueva Alianza nos aporta la Eucaristía, la del cielo en la Tri-Unidad. Nosotros, los Arcángeles y, en particular: Anaël, Mikaël y yo mismo, venimos en este día, a sellar la Verdad, para que nunca pueda ser velada, por depredación o resistencia alguna.

Vosotros sois el Amor de verdad y el Amor de la Verdad. La Fuente susurra y zumba en vuestros oídos y en vuestros sentidos, la última Llamada de "Él, que vuelve a vosotros y en vosotros", porque Él, no es más que vosotros mismos en la verdad del instante, en la verdad de aquí y ahora. Acojamos juntos, más allá de toda forma, la esencia del Amor, la esencia de la Tri-Unidad que viene a saciar cada fibra de vuestra conciencia y cada estado de ella.

Actuemos juntos en la Paz y en el Silencio. Actuemos juntos en lo que no requiere ningún esfuerzo si no es relajar toda tensión y toda resistencia, toda creencia y todo lo efímero.

Niños del Uno, niños de la Verdad; ha llegado el momento de volver a vosotros mismos, hacia vosotros mismos en vuestra Eternidad, hacia vosotros mismos en vuestra belleza, despojándoos de toda máscara, de todo juicio, de toda incertidumbre. Ha llegado el tiempo de vivir la roca y la infalibilidad de vuestra Presencia o de vuestra Ausencia. Todo es Uno. Aquí mismo, en este mundo, poniendo fin al dos, poniendo fin a toda separación, no solo en algunos de vosotros, sino en toda conciencia y en toda vida presente en la superficie de este mundo como de este sistema solar.

Ha llegado la hora de acabar lo que tiene fin, no por cualquier acción, sino por el estado del ser que supera toda acción, toda tenencia y toda sensación.

Niños del Uno, amados del Uno, recordad lo que nunca ha desaparecido, que fue enterrado en el corazón del Corazón, detrás de los velos de la ignorancia, detrás de los velos del miedo, detrás de los velos de la falsedad.

Abrid. No retengáis nada que pueda ralentizar o pesar en la marcha a la Libertad, en la marcha a la Ascensión, prometida y anunciada desde tiempos inmemoriales por los profetas, los ángeles y los Arcángeles, por los que han sido misionados como testimonio de la Verdad y que son portadores de la llama de la Eternidad.

Escuchad, en el Silencio de la comunión, en el silencio de la fusión por el Espíritu del Sol y el Espíritu de Cristo. Recibid en vosotros, donde ninguna sombra puede persistir, o ninguna duda puede emerger. Ahí está la solución, ahí está la llave de la Eternidad que nunca se os ha quitado y que solo puede reaparecer en los tiempos de la Verdad, en los tiempos de Cristo y en los tiempos del Amor.

En nombre de la Fuente Una, yo, mediador de la Presencia y vibración de la Reversión, vengo a invitaros a superar todo lo que se opone, todo lo que resiste en este mundo como en vosotros. Abrid las puertas al Amor, abrid las puertas a la Verdad, no os preocupéis de nada más que de lo que sois en este instante, en este momento, como en cada instante y en cada momento que sigue, en la ilusión de este tiempo, de este mundo.

Ahora es la verdad. Es la hora de la Verdad. Es la hora de la Resurrección. En la Nueva Tri-Unidad, anunciada después de las Bodas Celestiales y amplificada por las Bodas Terrestres, queda la Paz, el Silencio y la vacuidad. Entonces, escuchad, niños del Uno, lo que os digo. Mis palabras solo son los soportes del Amor emanado por vosotros y por mí, en nuestra reunión, en la que no existe ningún hueco que deje espacio a la dualidad o a la duda.

Dejad abrirse, lo que sois y florecer la sonrisa de la Vida; no la que conocéis algunos de vosotros, desde hace tanto tiempo, sino la que no conoce ningún tiempo, la que no conoce ningún límite, porque sois los niños de lo Ilimitado, ilimitados en vuestra libertad de experiencias, en vuestra libertad de vida, en vuestra libertad absoluta de ser la totalidad de lo Creado como de lo Increado.

Niños del Uno, niños de la Verdad, hagamos la Paz; daos la Paz más allá del perdón que se apoya en un acto pasado ilusorio. Perdonaos a vosotros mismos y a cada uno. Dad vuestra paz, el Amor llena lo que dais y multiplica lo que ofrecéis. Ahí está el sacrificio sagrado y la última Ilusión frente a la Verdad, donde ninguna resistencia, ninguna oposición puede turbar el Silencio Interior, más allá de la explosión de los sentidos, más allá de toda percepción y de toda vibración.
El Verbo se ha hecho carne y otra vez la carne, se hace Verbo.

Oíd y escuchad. Id más allá de mis palabras, id más allá de vuestra escucha, porque lo que digo se dice en vosotros del mismo modo. Estad en paz, quedaos en paz y quedaos ahí donde sólo la Paz suprema puede ser la única evidencia y la única razón, cuyo nombre es Amor, cuyo nombre es Libertad.

Alimentaos de vosotros mismos, de lo que sois en esta Eternidad devuelta que desde ahora se actualiza. No queda ni antes ni después, sólo queda en el instante. El de la Infinita Presencia, el del Último.

Escuchad lo que vuestro corazón dice pulsando, lo que vuestro Espíritu alienta. Está soplando, el viento, el de la Libertad, el del Amor, y está en vosotros y ya no puede estar en algo exterior, aparentemente, de este mundo.

Sed ligeros, sed simples, porque la Paz es simple, porque el Amor es ligero y es también todavía más simple. Ahí está vuestra naturaleza, ahí está vuestra Esencia, ahí está vuestra Libertad y ahí está vuestra manifestación. Os invito y os invitamos, nosotros los Arcángeles, a reuniros en vuestros Templos, allí donde se encuentra la totalidad, allí donde se encuentra la única y sola Verdad. Sed libres y poneos de pie.

Cuando todo se precipita en vosotros como alrededor vuestro, ya es hora de deponer vuestras cargas y de depositar lo que puede quedar de reticencias a vuestra eternidad devuelta, la que os llama a la verdadera vida y a la verdadera libertad, allí donde la única ley y la única referencia que existe es el Amor infinito del Creador, de la Creadora y de su Creación.

Amados del Uno, acordaos. Y abrid lo que todavía os pueda parecer ser necesario abrir, por costumbre o por miedo. El Amor disuelve el miedo y el Amor disuelve la costumbre, renovándoos a cada experiencia, rellenándoos de gracia y de beatitud. Os incumbe elegir, para que se levanten, los pies en la tierra, con el fin de elevaros a las Moradas de la Paz Suprema, donde nada puede ser afectado, donde la única ley de Amor basta para mantener vuestra Presencia y vuestra Ausencia.

Entonces, en el Fuego del Corazón, en la Onda del Éter, en el canal transdimensional por donde vendrá María, si no vino ya, acoged, sin condiciones y sin miramientos, en cada aliento del ritmo de vuestra vida allí abajo. El Altísimo se revela ahora, sólo depende de vosotros dejar florecer la flor eterna, la rosa del Amor.

Volved a ser el niño nuevo, aquel con los ojos que brillan y van más allá de la mirada, aquel que conoce la verdad y la belleza del Amor en el seno de los mundos libres, en el seno de los mundos unificados.

Bajamos ahora hacia vosotros, cada uno a su manera, cada uno según los elementos de la materia tal como la conocéis. El Arcángel Mikaël surca los cielos, el Arcángel Anaël os pone en la relación justa con vosotros mismos, como con cada cual. Amados del Uno, yo vengo, con mi Blancura, a facilitar este último vuelco en la verdad eterna del Amor, en la verdad eterna de lo que sois.

Dejad al Fuego, el Fuego del Espíritu, el bautismo del Espíritu y del Amor, abrasar ahora el corazón y abrasar este cuerpo, cuya finitud ya no tiene razón de ser. Olvidaos de las reglas, olvidaos de las leyes, sólo quedaos con la ley del Amor. En la circunstancia que sea, en la confusión que sea de este mundo, la Paz está en vosotros y está inscrita desde siempre y de toda Eternidad. Desde el primer aliento del Espíritu, desde el primer mundo hasta el último mundo, en cada experiencia de la conciencia, en cada estado del caminante de Eternidad y del peregrino de Eternidad. Ahí donde ningún paso es pesado, allí donde ningún camino puede ser estorbado por otra cosa que no sea la Libertad, por otra cosa que no sean los efluvios de la Verdad, por otra cosa que no sea el canto de los Ángeles.

Amados del Uno, deposito a vuestros pies las llaves de la Libertad, deposito en vuestro Templo, si no se ha hecho ya, la verdad de vuestra Presencia y de mi Presencia. Con mi emanación y vuestra emanación conjunta, aquí y en otra parte, acojamos la Gracia donde nada puede faltar, donde ninguna carencia puede aparecer. Y ahí, en el silencio de vuestro Templo, alimentado por el Coro de los Ángeles cantando en vuestros oídos y anunciando el Apocalipsis en curso, el de la revelación, donde ninguna mentira podrá quedar en pie, con el fin de que vosotros os quedéis de pie en la Eternidad de vuestra Presencia Infinita, como en el Alfa y el Oméga del Absoluto y de la Fuente.

Recoged en vosotros el Agua de Vida y el Fuego del Espíritu. Acoged en vosotros la nueva Tierra y los nuevos cielos. Percibid y sentid el soplo de esta Libertad, que ninguna libertad de vuestro mundo puede acoger, ni siquiera contemplar. En la nueva Tri-Unidad Arcangélica, viniendo para superponerse a la nueva Tri-Unidad de la nueva Eucaristía, en cada instante, en cada soplo ahora, está en vosotros la verdad del instante.

Escuchad y oíd, en el silencio de mis palabras como en el ritmo de mis frases, lo que está más allá y que os envuelve con el perfume de la Verdad, con el aroma del Amor, allí donde la Paz es infinita.

Entonces os invito, no a seguirme sino a permanecer en vuestra Presencia Una, en la circunstancia que sea en este mundo; la Paz está en vosotros, la Paz está con vosotros. Hijos del Uno, cantemos juntos el canto del Silencio y el canto de la belleza.

No hay nada más que hacer, al contrario. Sólo hay que deponer todas las armas que puedan quedar en vosotros, las de vuestra mente, las de vuestras emociones y las de esta falaz historia en el seno del encerramiento.

Cantad vosotros mismos la Libertad devuelta, y que irradie de vuestra Presencia como de vuestra Ausencia, en cada minuto que se desgrana y pasa en el tiempo del reloj de arena, tal y como fue aislado en el seno de este mundo, llevándoos a reencontrar el espacio sin fin y sin límite, el espacio profundo, yendo y recorriendo los universos y los multiversos, y obrando al despliegue del Amor y al regreso del Amor.

En el Silencio y en la ausencia de movimiento se crean cada movimiento y cada sonido que nada puede frenar ni oscurecer.

Escuchad y oíd el bautismo del Espíritu que canta en vuestro corazón la alegría de la Vida Una devuelta. Entonces andad en paz. Entonces escuchad y abrid sin frenos ni contención, para ver lo que debe ser visto: la Verdad desnuda y Una. En el silencio de mis palabras, bendigo vuestra Presencia y bendigo vuestra emanación, llamando vuestro corazón a la abertura infinita de los posibles, llamando vuestro corazón a la curación de la Ilusión y a la curación de todo sufrimiento.

… Silencio …

Así, el bautismo de Fuego regenerará esta Eternidad, esto es ahora y esto ya es presente. Así, escapando del tiempo que corre, el Fuego del Espíritu pondrá fin a la ilusión del tiempo, a la ilusión de este mundo. El día llegó de estar vivo, el día llegó de olvidar la muerte, de olvidar el mismísimo olvido, y toda historia. Volviendo a ser virgen en el bautismo del Espíritu, el Fuego celeste acompañará el Fuego de la Tierra, el Fuego del alma exultará en el Espíritu.

… Silencio …

Escuchad y oíd el canto del cielo y de la Tierra viniendo para resonar en la vida de cada uno, y en la vida de todos. Viniendo para ofreceros el fruto de vuestro trabajo, ancladores y sembradores de Luz, estandartes de Cristo en gloria. Estad aquí, porque estamos aquí.

Escuchad. La Corona de gloria se deposita en vuestra cabeza, el Corazón Ascensional resuena y canta el mismo canto, la misma sinfonía, la de la Paz que canta en los universos y en los multiversos.

Una armonía perfecta viene para enderezar la confusión. Estad en acuerdo con el canto de la Libertad, estad en acuerdo con la única ley eterna, la del Amor y del estado de Gracia, con el fin de que el Coro de los Ángeles cante las loas de la Resurrección cumplida.

Amados del Uno, atreveos a ser en totalidad lo que ya vivís o lo que presintáis en vosotros, y que sin embargo todavía no está actualizado del todo. Estad bendecidos porque sois vosotros mismos la bendición de la Vida.

No escuchéis más los estruendos del mundo, sino que estad más a la escucha y atentos al canto de la Resurrección, cantando en vuestros oídos y en vuestro corazón, elevando el Corazón Ascensional.

… Silencio …

Poneos en este centro donde todo es perfecto. Poneos en este centro donde sólo el Amor es la regla, restaurando la Verdad Una. Pongámonos juntos en la comunión del Silencio, al ritmo de algunas palabras y de algunas frases, viniendo sólo para apoyar la vibración del Amor y de la Vida.

… Silencio …

Poneos de pie, porque ya nada puede derribar la verdad del Uno.

… Silencio …

Entonces, el Fuego del Corazón ganará en presencia y en intensidad, viniendo para borrar, no sólo en vosotros sino también alrededor vuestro, lo que puede oponerse, lo que puede tener miedo, lo que puede resistir.

… Silencio …

Escuchad, en el silencio de la Presencia, el canto de la Eternidad y de la Paz. Ahí está vuestro único y auténtico alimento, ahí está el único lugar en este mundo donde la bendición es permanente, de vosotros a vosotros, de la Vida a vosotros y de vosotros a toda la vida.

… Silencio …

Vuélvanse y gírense, ahí donde todo está sustentado, ahí donde todo es resolución, ahí donde todo es ligereza. Ahí donde nada puede interferir con la belleza de vuestro ser, que es la belleza de la Vida.
… Silencio…
Os vengo a invitar a poneros en el centro de la nueva Tri-Unidad Arcangélica, cumpliendo las Bodas Celestiales y Terrestres, cumpliendo y actualizando la nueva Eucaristía, más allá de todo rito, más allá de toda norma conocida en este mundo. Porque solamente allí se encuentran la Libertad y la Verdad.
… Silencio…
Dejen apagarse lo que sólo pide morir y desaparecer, porque es ilusorio. Sois la fuente de agua viva, ya es hora de vivirlo.
Así, en el espacio de mis palabras, aquí y en otras partes y en cada instante deposito el soplo regenerado de la ley del Uno. Instante de Verdad, instante de tránsito de la muerte a la Vida.
… Silencio…
Os invito al esplendor, no el de las apariencias o de lo material, sino el del Espíritu viviente. Os invito a ser vosotros mismos, sin condiciones ni resistencias. Os invito al Amor, como María vendrá hacerlo. Os invito a estar preparados sin esperar a mañana, a vivir la Eternidad en cualquier devenir de este cuerpo como de la historia porque ahí está la fuente de agua viva, ahí está el único alimento, el maná celeste que no pide ninguna cultura ni algún esfuerzo.
… Silencio…
Así deposito en vosotros la Luz Blanca, no la de la Obra al Blanco, sino la de la Obra Coronada, donde ningún color prevalece sobre otro.
… Silencio…
El sembrador de Luz y anclador de Luz, es llamado ahora a ser el faro de Luz, sin falsa apariencia y sin condiciones, de la ley de Amor, de la ley de la Verdad, ahí donde ninguna justicia es necesaria porque la justicia no puede ser incluso imaginada o pensada.
Os invito a la risa infinita de la Vida, a la risa infinita de la ligereza. Os invito, no al banquete celestial sino al banquete de la Tierra celebrando ahora su Ascensión y la verdad de su Libertad.
El Sol pronto encontrará la Tierra y bautizará ésta en su nacimiento en un mundo regenerado, donde ninguna traba es permitida, donde ningún enlace puede aparecer. Aquel de la transparencia, aquel del niño eternamente maravillado de sí mismo, maravillado de la vida.
Os anuncio lo maravilloso, que se vuelve vuestro cotidiano. Os invito a cantar la Libertad en cada silencio, en cada alineación, en cada oración como en cada meditación.
Entonces, os pertenece de invitar lo que es de toda Eternidad a alimentar la llama de la Verdad. Os invito a obrar en los Talleres de la Creación. Por vuestros pensamientos y vuestro corazón se crea el mundo nuevo en esta tierra y en toda dimensión, si tal es vuestro deseo, si tal es vuestra experiencia. Os invito también al Silencio donde toda forma de conciencia se apaga, que el ego asustado llama el Vacío y que sin embargo es mucho más que el Todo, y que englobando el Vacío, no deja ningún lugar a la incertidumbre y ningún lugar a lo que llamáis el azar. Hay necesidad, para cada uno de vosotros, de ser la Verdad y de superar toda apariencia y toda ilusión, de acoger la Eternidad en el seno de este efímero con el fin de finalizar la fusión de vuestros cuerpos efímeros y de vuestro cuerpo eterno.
Os bautizo en Espíritu en nombre del Cristo y en nombre de la Verdad, en nombre del Amor, sinónimos cada uno del otro. No os invito a la espera, ni incluso a la esperanza, porque todo está cumplido y todo se actualiza de manera visible y sensible, incluso para el que aparta la vista, por miedo, de la verdad del Amor, de la verdad del Uno.
Os invito a la danza del Silencio donde la armonía de los Elementos reanima el Éter de vida, el Éter de Eternidad.
… Silencio…
Cada día, ganará en vosotros la paz y la evidencia. Cada día y cada soplo más importante e intenso, y si puedo decir más verdadero, poniendo fin a la fatuidad del mundo, a la fatuidad de la predación, a la fatuidad de la competición y a lo efímero de todo esto.
El Agua y el Fuego, finalmente unidos en el mismo acto de amor, se manifiestan en vosotros. Más allá hasta de lo que llamáis energía y vibraciones, más allá incluso de lo que llamáis estructuras eternas, se encuentra lo que sois. Os invito a serlo. Os invito al Infinito del Amor.
… Silencio…
Oigan y escuchen el canto de la Inmaculada Concepción y de la Inmaculada Blancura donde ninguna sombra y ninguna mancha puede aparecer. Os invito a amar a cada uno, más allá de todo antagonismo, o de personas residuales.
El Amor os invita a superar todo sufrimiento, toda falta como toda incomprensión, porque el Amor es la comprensión final, actualizada en este mundo, de lo que sois. La persona siempre verá ahí la destrucción, el Espíritu verá ahí la gloria de la Resurrección.
Os invito también a ajustar vuestro punto de vista ensanchando siempre más la abertura al Amor, con el fin de que puedan también decir en estos últimos momentos: « Padre, perdónales porque no saben lo que hacen. ». Así, el Amor obrará a la sanación de los que están todavía enfermos, a los que están todavía dormidos en las ansias de este mundo, a pesar de la belleza de la vida que allí se mantuvo.
… Silencio…
Es tiempo ahora de poner en práctica el nuevo evangelio del Amor, con el fin de comulgar con cada uno en la nueva Tri-Unidad y en la nueva Eucaristía. Vengo a  calentar también lo que pueda estar todavía fijado, a causa de la historia, a causa de la edad, a causa del tiempo, a causa de las obligaciones, en cualquiera dominio que sea, impuestas para dormiros siempre más en las ansias de la supervivencia y en las ansias del olvido.
Oye. Escucha y entiende lo que te digo. Ve más allá incluso del sentido de mis palabras. Ve más allá de ti mismo en lo que crees ser en el seno de este mundo. Supera toda apariencia, únete a la Infancia, únete lo simple y todo se hará evidente, si aún no se ha cumplido.
El parto de la Tierra ya tuvo lugar, te queda acompañarla por tu propia salvación. En el corazón del Amor, tienes todos los recursos a fin de reencontrar la fuente de tu ser y tu Eternidad. No necesitas más que de ser eso, sin excluir nada, llevando la misma mirada de Amor y la misma viveza de Amor en ti como alrededor de ti. Supera todo antagonismo, toda lucha, toda recriminación hacia quienquiera como hacia ti mismo. El estado de Gracia y la acción de Gracia tienen por resultado de realizar el gran perdón. No aquel que es celebrado cada año sino el del cielo que se produce en este momento. No vengo a pedirte ayunar, sino a ser tú mismo el ayuno de este mundo. No vengo a pedirte aislarte, sino más bien de revelarte en totalidad. Que esto sea por tus palabras, por tus actos, que esto esté en tu sueño como en tu Infinita Presencia.
Escucha el canto de tu ser y escucha lo que te dice la Vida al interior de ti, con el fin de que tus vestiduras efímeras sean lavadas en la sangre del cordero, reencontrando así su virginidad a fin de dejar lugar al cuerpo de Eternidad. A cada soplo, el Amor se hará cada vez más Evidente, se bastará a sí mismo, donde nada más es necesario porque el Amor está en todas partes desde el instante en el que los velos son lavados en la sangre del cordero.  
… Silencio…
No pierdas más el tiempo, porque el tiempo no está más contado ni descontado, porque los tiempos están aquí, en evidencia en ti y en evidencia allí dondequiera que tu mirada te lleve. La mentira se agrieta, en ti como en toda vida a la superficie de este mundo, a fin de que nada de lo que está todavía escondido lo permanezca.
Te invito a la comunión perpetua del Amor, a la sencillez de la vida. Te invito a tu propia Libertad.
Entiende y escucha lo que te dice el Cielo, lo que te dice la Tierra, porque el Cielo y la Tierra están en tu corazón antes de ser perceptibles por tus sentidos. El momento ha llegado de que el Sol se reúna con la Tierra, el momento ha llegado de que el gemelo del Sol se desvele a vuestros ojos, firmando el decreto de la Ascensión y de la Liberación. No tengas en cuenta las últimas resistencias, las tuyas como las del mundo, atadas a la costumbre, atadas a las últimas predaciones que tratan de resistir a la verdad del Amor.
… Silencio…
Pide, en estos tiempos de Amor, lo que quieras a la co-creación consciente, a tu femenino sagrado. Pide no la satisfacción de los sentidos, no la satisfacción de lo efímero, sino la satisfacción infinita de tu Eternidad.
No hay formulario que rellenar, no hay otra luz que encender que la que eres. No hay oración otra que la de vivir, más allá de la vida de este mundo, quedándose y acompañando este mundo en su Ascensión y a tu Liberación.
… Silencio…
Escucha. Escucha en el silencio este canto de la Libertad que murmura en tu corazón el Coro de los ángeles, anunciando Aquel que viene - pero que nunca se fue.
… Silencio…
Amado del Uno y amado del Amor, ¿qué puedes temer, en el Amor y en la Paz, en el Amor y felicidad de la Gracia? Mira bien en ti, porque lo que puede temer no  eres tú, porque lo que tiene miedo no eres tú, sino simplemente el defecto de este mundo, encerrado desde tanto tiempo y privado de libertad. Más que nunca también hoy, perdona y ama a aquellos que actuaron al contrario de lo que eres, a fin de controlar, de frenar la verdad del Amor. No les critiques nada por ello, tu única arma es el Amor y la pureza del niño que nada puede manchar ni desviar.
Entonces en el silencio de tu ser la Gracia crece y la ligereza emerge, mientras que viene la noche de este mundo. En lo más hondo de la noche tu renaces, no de tus cenizas, sino del Fuego del Espíritu, del Fuego de la Creación.
… Silencio…
Debes tener como Él los brazos abiertos a fin de tomar en tu corazón aquel que atraviesa la pantalla de tu conciencia, fuera tu amor o tu enemigo, porque no hay ninguna diferencia, si no es para la persona - pero ya no eres más esto.
… Silencio…
Permíteme de insistir para estar en ti, porque yo soy también lo que tú eres y esto, de toda Eternidad. Entonces derramaré en tu corazón el bálsamo consecutivo de la espada de Mikaël, dándote la ligereza. Cualquiera que sea el sufrimiento de lo efímero, de tu cuerpo o de este mundo, la Eternidad se desvela en la Gracia y en la felicidad. En el último momento, te quedarás en éxtasis durante la estasis, alimentándote del Amor y del éxtasis infinito del gozo eterno, que no será limitado más solamente a un acto llamado sexual o afectivo, sino  más bien generándose de sí mismo en cada aliento.
… Silencio…
Acoge y recoge el néctar de Vida. Acoge y recoge el Manto Azul de la Gracia y el Manto de la Verdad del Arcángel Mikaël. Ahí donde estás, y dondequiera que estés, la Luz es.
… Silencio…
Entonces, yo también puedo decirte: « Mi amigo, mi amado ».
… Silencio…
En cada rincón de tus espacios, interiores como exteriores, seré la Blancura de la Verdad, que no es otra que tú mismo desde el instante en que acoges la sencillez y la Infancia en totalidad y sin condiciones. Sí tú, tú que todavía dudas de la Verdad, tú que todavía aprecias este cuerpo o esta vida más que a tu propia Eternidad, ábrete a fin de que la prueba de la Eternidad se derrame en ti, en totalidad, poniendo fin así a toda pregunta y a toda duda.
¿Mi amigo, mi amado, oyes el canto de la Libertad? En este momento, no es más cuestión de esperanza o de expectativa, sino muy realmente de la verdad del instante, de la verdad del Amor.
¿Oyes tus células cantar y crepitar en el fuego del bautismo de la Resurrección?
¿Oyes Aquel que se acerca y que ya está aquí, y que vendrá como el ladrón en la noche? Desde ahora en adelante tu casa está limpia. Pienses lo que pienses y digas lo que digas, sufras lo que sufras o falles lo que falles, la Verdad no está ahí. En el Amor no hay nada que colmar, no hay ninguna falta. Entonces en lucidez y en conocimiento de causa, supera así el mundo de la causalidad y acoge el mundo de la Gracia donde nada está separado, donde nada domina, donde nada obliga. Esto ya es aquí, en totalidad. No en lo que tus sentidos perciben, sino más bien en el fin de toda búsqueda, en el fin de toda falta.
Tú que estás ahí, tú que estás en otro lado, escucha y oye.
… Silencio…
Acoge y recoge la sonrisa de la Vida. No la que vives en este mundo, sino aquella de la Eternidad de tu Presencia poniendo fin este mundo.
… Silencio…
No vaciles más y atrévete a ser la Verdad. Atrévete y ponte ahí donde estés, aquí o en otra parte, y bailemos juntos el baile del Silencio y la danza de la Evidencia.
Aliméntate de la alegría, en este instante, aquí y en otras partes, como en todo instante desde ahora en adelante.
… Silencio…
Descansa finalmente, porque llegas al final del camino ilusorio de la vida en este mundo, donde se te hace creer que hay algo que mejorar, que ganar, hasta el momento en que desapareces, no llevándote nada de lo que es efímero y renaciendo sin cesar en el seno del sufrimiento y de la falta.
Permíteme bendecirte finalmente, primero en mi nombre, luego por la radiación de Anaël y finalmente por la radiación de Mikaël. Por tres veces canto en ti el grito de júbilo de la Libertad al ritmo del Amor.
… Silencio…
Así, ve en paz. Así, sé la Paz. Que así sea. Y también puedo decirte, de mi corazón a tu corazón que son el mismo Corazón: « Te saludo ». Así puedo callarme, después de haber depositado en ti el Verbo vivificante y eterno.
Así el Verbo Creador desella tus labios y tu corazón con el fin de que todo lo que puedas decir o pensar sea marcado al rojo vivo por el Amor verdadero, y no más por cualquier preocupación de lo efímero.
Así se abren tus ojos con el fin de que ninguna paja, ni alguna viga pueda impedirte ver con el Corazón, a través de toda apariencia. Entonces te lo digo y esto será mi última palabra en este día: « Te amo ».
Soy Uriel, ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión, llevándote la Tri-Unidad Arcangélica.
Te digo hasta siempre y para siempre, en el Corazón del Uno. Y permíteme de sellar con mis labios tu Corazón, con el fin de que éste sea sellado para siempre en la Libertad y en el Amor. Aquí y en otras partes, que me escuchas, que me lees, te doy mi Paz y te agradezco a ti mismo.
… Silencio…  

*******




 
ANAËL


Marzo 2016


Soy Anaël Arcángel, Arcángel del Amor y de la Relación. Muy amadas luces vivientes, bendición y comunión, de cada uno a cada uno.

... Silencio …

Como Arcángel del Amor, de la Relación y como segundo término de la Tri-Unidad arcangélica, me revelo en vosotros, en vuestra Presencia.

Vengo a resonar y a elevar en vosotros la llama de Vida, acompañando la acción de Uriel y de Mikaël, pasando el testigo de lo antiguo a lo nuevo.

Vengo a instalarme en vuestra Morada de Eternidad.

Vengo a plena luz del día para anunciar El que vendrá de noche, en el éxtasis final de la disolución.

Consolido y asiento en vosotros la Llamada de María.

Vengo a deciros que se ha cumplido todo.

Cada minuto, cada aliento, cada instante, puede ser ahora « el instante », en el cual ya nada puede ser esperado en algún marco temporal.

Lo que no está condicionado por ningún tiempo o fecha por llegar, porque todo está al fin listo, en vuestro Templo, para la Eternidad que está aquí.

Vengo a atizar, por la Tri-Unidad arcangélica, el Aliento de lo nuevo, el Fuego de la verdad y el Agua de lo femenino, sagrado entre todos …

… dándoos a ver vuestra eternidad, dándoos a vivir con intensidad el Fuego del Espíritu.

Estoy ahí como estáis ahí, fuera de todo tiempo, llenando todo el espacio del Amor desvelado, del Amor auténtico, del Amor santificado.

Vengo a resonar lo que vibra y vive en la llama de la Eternidad.

Así como lo decía Uriel, sólo queda asentaros y depositar lo que es pasado y lo que está por venir.

Vengo a vivificar el resplandor y la Presencia de vuestra llama eterna.

Mis palabras, en este día, serán pocas, porque la palabra se hace Verbo y el Verbo no necesita palabras, porque es evidencia, infalible y eterna.

Vengo en cierto modo a reiteraros vuestra verdad que es la nuestra.

Mi Verbo te dice: « Levántate ». Levántate en tu eternidad, levántate en tu vida que no depende de nada de lo que crees o de lo que vives en el seno de tu persona. A cada segundo que se desgrana, Él viene hacia ti. A cada segundo que pasa, la Verdad crece y el Amor es una evidencia cada día renovada.

Vengo a decirte: « Mira y ve. Toca y percibe ».

Te invito a saborear y a saciarte del néctar de la inmortalidad, poniendo fin a toda sed y a todo lo que sólo pasa.

Vengo a celebrar contigo, con Uriel y Mikaël, el aliento de vida de la Resurrección.

Vengo, si lo aceptas, a devolverte a ti mismo, si abres de par en par la puerta de tu Templo.

Te invito a disolver lo que es fútil, lo que es efímero, lo que no ofrece ninguna eternidad, ni ninguna duración.

Te invito a la Alegría, te invito al Amor.

Acuérdate de que no necesitas nada, ni búsquedas, ni adquisiciones, ni conocimientos.

Te invito a ser, enteramente e integralmente. Así es la Libertad que tal vez ya vives en ti, que tal vez ya vives en la relación con cada uno, con cada amigo y con cada no amigo.

Sosteniéndome, en la cima de la llama del Fuego del alma que se consume, dejando aparecer el Espíritu del Sol que entona el canto de alegría del Coro de los Ángeles …

…te invito a celebrar desde ahora la fiesta que se anuncia.

Permíteme, hoy más que cualquier otro día, bendecir tu llama con el Amor de mi llama.

... Silencio...

Te invito a ver el Fuego del Cielo recorriendo tu cielo, que pondrá fin y que pone fin al sacrilegio de la separación y a la ofensa hecha a la Vida en el encierro de este mundo.

Te invito a tu propia Libertad, la de la alegría, la de la sin-forma como de toda forma.

... Silencio...

Te invito también a deponer las armas de tus propias incertidumbres si te quedan todavía. No sobre lo que eres sino sobre la finalización de la ilusión.

... Silencio...

Vengo a invitarte a que te apartes de lo que todavía puede ofenderte en el seno de la ilusión.

Tú, quien escucha, quien lee, y quien entiende más allá de las palabras, te invito a dejar que se derrumben las paredes que todavía te molestan en el seno de la ilusión.

Te invito a la celebración de la Alegría y de la Gracia que nunca acaba y que nunca acabará.

... Silencio...

Te invito finalmente y sobre todo, tal como eres, a celebrar a Cristo; mucho más que aquel histórico, el que eres en tu Êtreté de Hijo Ardiente del Sol.
Revestido de tu vehículo de Eternidad, reencuentras tus facultades, la de la Verdad, la del Amor.

No esperes nada más de este mundo que se desintegra. Espera todo de ti, de lo que eres, revestido con tus trajes de Luz, revestido con la fe y la alegría, revestido con la certeza de tu llama eterna.

No hay mejor momento que en el seno de los momentos restantes, para ser integralmente tu eternidad reencontrada y actualizada.

Permíteme cantar en tu corazón el canto de la liberación, acompañando los sonidos del cielo y de la Tierra y abriendo tu tierra interior a la eterna belleza y al eterno Amor.

No esperes mañana ni ningún instante más. No hay nada que preparar, no hay nada que recorrer, solamente dejar la Vida recorrerte en cada célula.

Te invito yo también a la sonrisa de tu Verbo, y te reitero, en ti, a cada inspiración, el Amor que eres.

No temas tu último aliento, que en realidad te restituye a tu aliento original.
Mira cómo, si lo aceptas, lo que podía parecerte duro y difícil ya simplemente no existe para ti, haciendo de ti el guerrero invencible de la Paz y del Amor, que no necesita de ningún arma excepto su sonrisa y su corazón en fuego.

Te invito a soplar sobre las cenizas todavía calientes de las ilusiones de este mundo.

Te invito al Amor verdadero que no conoce ni límites, ni obstáculos, ni condiciones. Que se da a sí mismo y a cada uno sin distinción, con la misma intensidad, para que avances sin temor en la hoguera del Amor que viene y que ya está aquí, en ti.

... Silencio...

Te invito finalmente a no reflexionar más sobre una condición, una fecha o una suposición, sino dejar claramente la Evidencia nacer. No hace falta nada más.

El Amor viene a recogerte. No para arrancarte de alguna posesión, sino para restituirte a ti mismo, sin condiciones y sin límites pertenecientes a este mundo.

Te invito a celebrar y a gritar el Amor que eres a través del silencio de tu ser y de tu corazón, en el éxtasis íntimo de la Llamada de María, y de la llegada de Aquel que viene y que ya está aquí.

Vengo a besar tu corazón y tu frente, avivando el aliento del Verbo.

... Silencio...

Aquí estás resucitado en el Amor y en el Espíritu.

... Silencio...

Vengo a permitirte terminar el cara a cara contigo y con el mundo, con los amigos y con los enemigos.

... Silencio...

Escucha lo que mis silencios te dicen, en el secreto de tu corazón que no tiene secretos para nadie, tan verdadero es el Amor.

... Silencio...

Acoge el cielo en la Tierra como en tu tierra, porque eres el terreno y el lecho desde donde emerge tu eternidad.

... Silencio...

Así, por mi voz y mi Presencia, resonando en mí como en ti la Presencia de Uriel y de Mikaël, te enseño la Verdad desnuda.

Sólo está el Amor.

... Silencio...

Cada uno de nosotros, aquí y en cualquier parte, bendecimos las llamas de cada uno, obviando los miedos y las resistencias, obviando todas las ilusiones.

... Silencio...

Te invito a dejarte oír en tu Verbo de Amor y de Verdad, poniendo fin a las palabras y a los males que quizás todavía te afectan.

... Silencio...

Te invito a sonreír sin temor así como te invitaré desde ahora, a cada minuto, a prepararte para su acogida que es tu acogida, para que siempre sea la única y exclusiva intención, permitiéndote atravesar los espasmos de este mundo con la misma sonrisa y la misma integridad.

Te invito también a poner fin a todas las falsas apariencias, a todas las reglas que te impones o que te son impuestas, porque al Amor no le hace falta reglas, sólo necesita que seas verdadero, y sincero, y justo, no según los criterios de este mundo o de tu efímero, sino con respecto al Amor incondicionado. Así tu casa permanecerá limpia y sin fisura en el momento de la Llamada.

... Silencio...

Vengo finalmente a ofrecerme a ti, hasta que todo esté perfecto.

Conténtate con ser la sonrisa de la vida, que sea en circunstancias alegres o terribles, porque todo esto pasa. Y todo esto debe morir.

No te ates a nada porque el Amor no puede ser atado, ni siquiera ser regulado.

... Silencio...

Sé libre porque tu nombre es Libertad y Amor.

Estate disponible para Él y para ti, como para cada uno, pero no estés disponible para ninguna ilusión más, para ningún agravio, para ninguna traición. El Amor no puede traicionar, el Amor no puede perjudicar de ningún modo.

Te invito a ser fuerte porque el Amor es fuerte.

Te invito de nuevo, como Uriel, a la paz, porque el Amor es paz.

Te invito a escuchar la Luz, te pida lo que te pida, y en cualquier circunstancia. No puede haber ninguna derogación a una petición de la Inteligencia de la Vida y del Amor.

... Silencio...

Decir Sí a la Vida, es decir Sí a uno mismo y al Amor.

Así dejarás arder lo que arde, consumiendo la Ilusión y haciendo crecer el Amor por su aliento y su calor.

... Silencio...

Entonces acoge, y di « Sí » sin la menor duda, al Amor que eres.

... Silencio...

Y ahí, en el silencio, deja ser lo que es, deja ser tu Infinita Presencia como tu Ausencia.

No retengas nada.

... Silencio...

Siente el Amor que te traigo y que cada hermano humano te trae, eliminando así las últimas distancias de uno con otro, y del otro con uno, para realizar el milagro de una sola cosa: el Amor.

Todo el resto pasará, pero el Amor nunca se apagará.

... Silencio...

Vuelve a ser y a encontrar realmente, sin buscar, el Inmaculado sin manchas que siempre fuiste.

Mantén tu lámpara encendida, día y noche, instantes tras instantes, alientos tras alientos, encuentros tras encuentros, alegrías tras alegrías.

Ahí estás.

Renuncia a buscar nada más, renuncia a justificarte de nada, porque el Amor no se justifica. Es sin causa, sin objeto y sin sujeto, sin forma y con forma.
En cualquier reino aparente para tus ojos en este mundo, como en los reinos sutiles de los habitantes de la naturaleza que quizás hayas conocido ya, que vengan del aire, del agua, del fuego o de la tierra, no hay diferencias.

Sean cuales sean tus linajes, sea cual sea tu origen estelar, no hay diferencias. Cada diferencia se desvanece para dejar sitio a la integridad del Amor, sin restricción y sin reserva, y esto es ahora.

Sea cual sea el estado del cielo, sea cual sea el estado de la Tierra, sea cual sea la marcha de la historia, sea cual sea lo que fue anunciado por los profetas, ha llegado el tiempo del Amor libre y entero. Revélalo, está aquí. No de vez en cuando, no algunos días, sino que a cada aliento, sin esfuerzo.

Para que cada uno de vosotros deje salir el canto de la alegría de su Resurrección en la Eternidad. No esperéis nada más, porque el que espera ahora pone una distancia entre él y la Verdad.

Las secuencias temporales tales como os las describí, están inscritas en los actos de la Tierra, sin demora, sin espera y sin temor, porque el Amor es libre de toda espera y de todo temor. ¿Qué temes? No hay nada más que perder, sólo ilusiones y quimeras. Aunque no lo veas todavía en totalidad, está ya presente en ti, como en cada parte de este mundo.

Nuestra Tri-Unidad arcangélica estabiliza, si lo deseas, el Amor permanente y verdadero allí donde estás.

... Silencio...

Nunca olvides lo que vas a averiguar muy pronto - si no está hecho ya -, que el tiempo es una quimera que fuerza al Amor a condicionarse, lo que no puede ser.

Tú, quien está allí, a leerme y a oírme, leo en ti la sed de Amor. No la que conoces, no la que imaginas, sino la que pone fin a toda sed. Él está allí.

... Silencio...

Y mientras mis palabras se desvanecen, quedan el Verbo y la verdad del Amor.
Así reencuentras tu Corazón Sagrado y su estructura perfecta.

Entonces acabo mis palabras y dejo al silencio rellenar el espacio de nuestra Presencia, del Amor indecible e incondicional de la Creación como de lo Increado, y quedemos así, estés donde estés, tú y yo, allí.

... Silencio...

Soy tú en la Eternidad, como eres yo.

... Silencio...

Terminaré con estas palabras y con este Verbo: Amor siempre fuiste, eres y serás, en cualquier estado, en cualquier espacio, en cualquier vibración que sea. Incluso la relación justa entre cada uno de vosotros desaparece, poniendo fin a la ilusión de la distancia y a la ilusión de un recorrido de corazón a corazón, porque solo hay un corazón.

... Silencio...

Te amo.


***



MIKAËL
Marzo 2016

Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Bien amados del Uno, vengo en calidad de tercer término de la Tri-Unidad arcangélica, oficiando en estos tiempos de la Tierra, la conclusión de vuestra Liberación, preparando y afinando, con la espada de la Verdad y del Amor, vuestra presencia en este mundo, a fin de que tenga lugar, sin obstrucción alguna, vuestra Presencia en la Eternidad. Vengo a concluir los mecanismos de la Transición, de la Ascensión y Liberación en cada uno de vosotros.
Regulo, con mi Manto Azul de la Verdad que deposito sobre vuestros hombros, y completo el Manto Azul de la Gracia que os abre al Infinito.
Cuando recorro cada vez más frecuentemente vuestro cielo terrestre, mi vibración y mi radiación os toca cada vez más cerca el Corazón del Corazón, viniendo a pulir y ajustar lo que deba de ser, a fin de que el Júbilo no sea molestado de ningún peso, ni de algún límite en los tiempos que ya están aquí.
… Silencio…
Vengo en vosotros a completar con vosotros, y por vosotros, la sincronicidad de las Puertas y Estrellas de vuestras estructuras efímeras, permitiendo la revelación completa y total del cuerpo de Eternidad, o cuerpo inmortal. Las doce Puertas así como las doce Estrellas vibran, desde ahora, al unísono con vuestra Presencia, al unísono con la Verdad.
Abro la Vía, en el Cielo como en vuestros cuerpos, a la Verdad sin decoro, sin artificio ni reserva. A cada llamada de la Luz percibida por vuestras Coronas o por las percepciones de vuestros cuerpos, que se aligeran o se vuelven más pesados, por los sonidos percibidos, para los que los oyen, por la Onda de Vida, por el Canal Marial o por una de las Coronas, vengo a ajustar, a favorecer y a facilitar, la última realización en el seno de vuestro efímero.
En estos tiempos de vuestra Tierra, desde donde estamos, todo ya se ha realizado, os venimos a proponer la Libertad y el Amor, incluso para los que se han apartado o alejado por las vicisitudes de este mundo, o por los miedos todavía presentes.
… Silencio…
En calidad de tercer término de la Tri-Unidad arcangélica, realizo la posibilidad para vosotros, de ser Liberados. No por la Onda de Vida, no por las Coronas, ni por las Puertas o Estrellas, sino directamente en el seno de vuestra conciencia, por la última Gracia y Decreto Marial, dándoos la oportunidad de despertar y de no ser más tentados por cualquier velo de la Ilusión o manifestación de la Ilusión que sea.
Os doy a ver y a vivir, desde hoy, la verdad del Amor, la verdad de vuestro Ser. Deposito a vuestros pies la Libertad.
Mi espada cortante, así como mi presencia en vuestros cielos no tiene nada que ver con una destrucción, sino más bien con la Resurrección colectiva que ocurrirá en el momento del éxtasis, ofreciéndoos la Libertad que vuestra conciencia ha elegido. Os doy a ver claro y a asentir vuestra Libertad y vuestro Amor.
Las Bodas y las Marchas Celestiales - escaladas y pasadas hace numerosos años - hoy realizan la síntesis y la integración de vuestra Conciencia en su plano de manifestación, aquí, ahí donde estáis, así como en toda dimensión y en todo espacio de los universos y multiversos. Vengo a ofrecer la redención a los que reconocen a su Cristo interior y el Amor en toda cosa y en todo ser, cualesquiera que sean los fallos que hayan tenidos todavía hasta ayer.
Esto se realiza por el Blanco de Uriel, por el Rosa y el Azul de Anaël y por mi Azul. Llevo hasta vosotros, de manera colectiva y personal, el Fuego de la Verdad, carburante esencial de vuestro Corazón.
Vengo también a finalizar, para aquellos de entre vosotros que no lo vivieron en años anteriores, las líneas de predación residuales, las costumbres residuales nacidas de vuestra frecuentación en este mundo. Os muestro también lo que es la Libertad y lo que no lo es, ayudándoos así a cortar por vosotros mismos con lo que tal vez, os obstruya todavía.
Por último desvelo, en este día, el último aspecto de la radiación del Ultravioleta, subiendo una octava más el campo de la Tierra. Os invito también al recogimiento en vosotros mismos, sin objeto ni meta, para descubrir la alegría desnuda y despojada de todo objeto, de todo deseo o de toda proyección, a fin de hacer desaparecer toda noción de tiempo, toda noción de espera, dándoos a vivir ya, para muchos de entre vosotros, la desaparición del tiempo o la aceleración del tiempo, dándoos a vivir, en conciencia, la disolución del tiempo en el seno de la Eternidad.
Esto ha sido decidido, yo diría, en lo más alto de los Cielos, lo más cerca a la Fuente, a fin de permitir a los últimos de ser los primeros en vivir esto. El cumplimiento del final de los tiempos firma de manera irrevocable la Ascensión de la Tierra y vuestra Liberación, cualquiera que sea vuestro emplazamiento en esta vida y vuestra conciencia limitada.
El simple hecho de evocar o de invocar nuestros tres nombres en el seno de la Tri-Unidad, vendrá a magnificar la nueva Eucaristía, vivida en el triángulo inscrito en vuestro pecho y revelado desde hace muchos años.
En lo que se celebra en cada uno de vosotros, os daréis cuenta - o lo percibiréis - de la ilusión del tiempo, de la ilusión de la historia, de la ilusión de la evolución, porque ya sois perfectos de toda Eternidad y en toda dimensión.
Para los últimos de entre vosotros, esto será una confirmación y una evidencia vivida que no sufrirá ninguna pregunta de vuestra parte ni interrogación alguna, facilitando la instalación de la Alegría, de la Paz y del Amor, aquí mismo en este fin de los tiempos, en cada uno de vosotros. Sois libres, es vuestra Libertad,  aceptarla o rechazarla.
Las consecuencias e implicaciones serán visibles rápidamente, según vuestros criterios, en vosotros como en vuestra vida, permitiendo entonces a la Inteligencia de la Luz de cortar y de eliminar en vosotros lo que deba serlo, para  vuestra Liberación, dándoos así la confirmación de los mecanismos en juego desde hace 32 años de vuestro tiempo terrestre.
La Tri-Unidad Arcangélica será implacable frente a los que rechazan la Libertad. No castigándolos ni condenándolos, sino que simplemente, en el momento del Cara a Cara y de la estasis, será entonces la oportunidad, después de la última Gracia Marial, en ese momento, de darse cuenta de la ilusoria distancia entre su vida y la Vida.
Todo esto, todas estas acciones se harán naturalmente y espontáneamente en vosotros, en cada uno de vosotros, pero también en todo el tejido social, afectivo, familiar, profesional y relacional, permitiendo a veces, de manera abrupta para el ego, de liberar lo que todavía deba serlo, a fin de estar en armonía con vuestra asignación, tal como vuestra conciencia, vuestra alma o vuestra persona lo decidieron.
No tengáis miedo porque todo lo que viene sólo es Amor. Veáis lo que veáis, percibáis lo que percibáis, sed los pilares de Luz, sed los Niños del Uno y quedaos en este Gozo y en esta Paz. Lo comprobaréis fácilmente además, si aun no está hecho, cualquiera que sean los acontecimientos o eventos de vuestra vida individual o colectiva. Vuestra presencia, así como lo sabéis, será un bálsamo para los de entre nuestros hermanos y hermanas que todavía no han realizado lo que Son, más allá de todo juego, más allá de todo rol y de toda función.
Vuelvo sobre la noción de Inteligencia de la Luz; ésta será cada vez más flagrante. No se paren en cualquier incomprensión o miedo cualquiera, porque todo lo que pasará y lo que ya ocurre, en el seno de vuestra conciencia como de vuestro cuerpo y de vuestra vida, participa de manera indudable a vuestra Liberación, que lo aceptéis o no, a fin de dejar al Amor y la Felicidad transparentar, más allá de todo miedo y de todo sufrimiento o pérdida, invitándoos cada día a estar más presentes y más en Vida en este final de los tiempos.
Así como fue explicado por el comendador de los Ancianos y por el Arcángel Anaël hace algunas semanas, dejen crecer lo que Sois y reducir lo que no sois. No tenéis ningún esfuerzo que hacer en el seno de la Inteligencia de la Luz; solo tenéis que reconoceros en el Ser que Sois, de manera brutal o de manera más progresiva.
Aceptar lo que Sois no pasa por una comprensión cualquiera, es cuestión de la oportunidad, de sincronicidad del encuentro entre lo efímero y Eterno, colectivamente  e individualmente, como en la escala de la totalidad de este sistema Solar.
La Liberación de este sistema Solar está pactada y adquirida desde hace algunos años de vuestro tiempo. Ved simplemente las diferencias visibles entre lo que erais en este mundo y lo que seréis cada vez más en vuestra Verdad, sin pesares ni apegos. Más creceréis en conciencia y en Luz de la revelación, menos seréis molestados por lo que todavía os pueda molestar actualmente, en cualquier sector de vuestra conciencia que sea.
Retened bien que no hay ningún esfuerzo que hacer. Solo abandonar toda voluntad de comprensión o explicación, llevándoos siempre más cerca del Corazón del Corazón, porque ahí se encuentran todos los recursos y todas las soluciones, llevándoos a desolidarizaros de vuestros propios sufrimientos, de vuestros propios handicaps respecto a vuestro limitado.
Esto para vosotros no es ni una lucha, ni un combate, sino más bien una capitulación de lo que es efímero frente a la evidencia de lo que ya se celebra, en vosotros como en cada uno, como en todo lo que constituye la antigua matriz falsificada de vida. Dejando lugar entonces, en el plano colectivo, a la Matriz Crística, al Espíritu del Sol, al Coro de los Ángeles, con una evidencia como nunca conocida, ni por el colectivo humano en su totalidad.
No os preocupéis más de los comportamientos de los hombres y mujeres a nivel colectivo, en cualquiera país que sea. Velad y rogad, mirad el Cielo, mirad la Tierra, y sobre todo mirad en vosotros, ahí también sin falsas apariencias. Perdonaos toda ofensa que os hayáis hecho a vosotros mismos o al otro, y dar gracias por la experiencia. No hay nada que rechazar de lo que debe desaparecer de todos modos, hay solo, ahí también, que atravesarlo en paz, porque la Paz está realmente en vosotros y dependerá cada vez menos de cualquier circunstancia de confort que sea en vuestra vida. Id en paz y seguid con vuestras ocupaciones mientras la Luz os lo permita.
Los requerimientos de la Luz, así como muchos de entre vosotros los perciben, se hacen cada vez más intensos y cada vez más frecuentes a lo largo de vuestras jornadas. Algunos de entre vosotros, más allá de los contactos con los pueblos de la naturaleza, viven nuevas aperturas, si puedo decir, que esto sea en sueños, o en los cambios espontáneos de comportamiento de apegos o afectos. No se preocupen de eso, véanlo y asientan, allí también.
Llamen nuestros tres nombres, en lo que os pueda parecer todavía no ser resiliente o ligero en cada sector de vuestra vida. Pero hagan también esto sin proyectar nada, sin otra voluntad que la de pronunciar la oración de nuestros nombres, sobre todo en lo que os pueda parecer, sobre este mundo, como resistencia, incluso fuera de vuestra vida. No se trata de reparar, se trata de atravesar lo que está por atravesarse y de facilitar esto, no para volver a un equilibrio anterior, sino exclusivamente para facilitar lo que se celebra en todas partes sobre esta tierra, como en cada conciencia.
Que estéis en momentos de desaparición o de observación, pero también en momentos de miedo o sufrimiento - si aun no estáis liberados -, estaremos ahí. Por la Gracia de la Tri-Unidad arcangélica, disolveréis, vosotros mismos, sin esfuerzo, lo que está por disolverse. No, una vez más, por la voluntad, ni por la comprensión, sino por una Gracia directa y visible.
Si la Luz en cualquier circunstancia os llama, y del modo que sea, asientan y acompañen lo que ocurre, por vuestra Presencia o vuestra Ausencia y no más por vuestra persona.
Del mismo modo que el Comendador de los Ancianos os hablo, hace algún tiempo, del proceso de auto-sanación ligado a la Inteligencia de la Luz, ahora no se trata más, incluso si es todavía posible, de sanarse solamente de un sufrimiento o de un miedo sino, si puedo emplear esta expresión, de sanar la conciencia fragmentada o en todo caso lo que pueda quedar, según vuestras vidas.
Así como ha sido dicho, y esto es repetido hoy por mi voz, poned siempre el Amor por delante, el Amor adentro y el Amor afuera - y no os preocupéis de  nada más - a fin de mantener la lucidez, la claridad, la ética y la integridad, no de vuestra persona, no de vuestra vida, sino de la llama que Sois en Eternidad.
Si ponéis en práctica esta simplicidad, la Gracia se hará más que abundante. Ella será omnipresente, dando lugar a una alegría cada vez más grande, una Paz cada vez más afirmada y una Eternidad cada vez más evidente, cualquiera que sea el estado actual de vuestra conciencia, de vuestras vibraciones, de vuestras energías o de vuestras estructuras sutiles.
Habrá entonces, de manera cada vez más flagrante y evidente, unos requerimientos de la Luz cada vez más contundentes para cada uno, como para el conjunto de lo que es la vida en este mundo. Sólo podemos confirmar e insistir sobre el hecho que cada cosa, cada ser, cada situación es perfectamente justa y está ahí, en cierto modo, sólo para sacudir lo que necesita ser sacudido y cortar lo que será cortado por la Inteligencia de la Luz y del Amor.
No olvidéis que para el ego, el Amor incondicionado es un fuego terrible que pone fin justamente al ego y a la persona misma. Pero esto, para muchos de vosotros, no os concernirá más, porque todavía estaréis sobre este mundo el tiempo necesario, durante esta finalización, pero no seréis más, definitivamente de este mundo.
La Luz y su Inteligencia se hacen cargo de la totalidad de vuestra vida, os hace autónomos y libres. Porque la Luz y su Inteligencia no es nada más que vosotros mismos, en cuanto seáis suficientemente incondicionados y suficientemente libres de toda adhesión a toda creencias, en cualquier religión, en cualquier dios o sociedad que sea.
La Luz es Libertad total y Absoluta de la Conciencia. Lo que asusta al ego y la persona no tiene más curso en cuanto trascendieron, por lo menos en parte, la ilusión de vuestra persona, de vuestra vida y de este mundo. Solo quedará entonces la verdadera Vida, cualquiera que sea lo que quede visible a vuestros sentidos.
Es realmente el tiempo de cortar lo superfluo, lo accesorio, y lo que no es del orden de la Inteligencia de la Luz. Así como lo dije, incluso si no lo entienden, lo viviréis con evidencia. Lo viviréis cada vez más fácilmente desde el instante en que estéis estabilizados en la Infinita Presencia, en el Sí, independientemente de toda voluntad, de todo estado meditativo o de alineación, simplemente viviendo vuestra vida, guiados si puedo decir por la Libertad, por vuestra Llama de Eternidad que es la Inteligencia de la Luz.
… Silencio…
Seguid nada más que lo que la Inteligencia de la Luz os propone de seguir, en toda decisión, en todo cambio, en toda privación como en toda abundancia. La verdadera Vida está ahí y en ninguna otra parte; es lo que la Tri-Unidad arcangélica, en este final de los tiempos, os da a vivir. Esto podría ser calificado de ajuste final de la conciencia y puesta en adecuación total de vuestro efímero y de vuestra Eternidad, dejando lugar a la fusión de ambos y a la emergencia de la Libertad.
Cualquiera que sea vuestra asignación, la paz es la misma para todos, condición previa indispensable al Juramento y la Promesa, a la Llamada de María, a los tres días de estasis y al desarrollo de los últimos elementos del Apocalipsis. Retengan que cuanto más estéis en esta paz, menos podrán haber miedos, pesares y aún menos espera de lo que de hecho, ya se celebra desde hace muchos años, pero que roza ahora lo que llamaría la conciencia colectiva de la Humanidad o la noosfera.
Todo elemento que os parezca disonante, en vuestra vida como en este mundo, sólo es una apariencia, porque como tal vez lo vivisteis o entendisteis, este mundo, este juego, este teatro, es sólo una ilusión comparada con la Verdad, respecto a lo que Sois - que no tiene nada que ver con vuestra vida, con vuestras posesiones y relaciones en este mundo – en lo sucesivo, os dais cuenta de que no sirve estrictamente de nada querer cambiar lo que sea de vuestra propia persona, descondicionaros de vuestra persona como de toda ilusión de acción en el seno de vuestra persona.
Todo esto es un proceso lógico y normal en la Liberación de los mundos, en cualquier universo o multiverso que sea, respecto a la tercera dimensión disociada. Veréis entonces por vuestro propios ojos y punto de vista, concluir la disolución de la disociación, poniendo fin al juego del bien y del mal, al juego de la sombra y de la Luz, en breve, al juego de la dualidad, haciéndoos realizar, para los que todavía no lo realizaron, que sólo la Unidad es capaz de superar el bien y el mal, que sólo son  una visión fragmentada y separada de la Verdad.
… Silencio…
Mis palabras se detienen aquí, pero no nuestra Comunión. Os saludo ahora, pero permaneceremos juntos, revelando la Vibración conjunta de nuestra Presencia arcangélica, en el orden que la recibís en estos instantes.
En primer lugar el ángel Uriel.
… Silencio…
Y luego, el ángel Anaël.
… Silencio…
Y finalmente la vibración Mikaëlica de mi Presencia.
… Silencio…
Ahora, la Tri-Unidad arcangélica, al completo, en la misma Unidad.
… Silencio…
Doy gracias a vuestra acogida, a vuestra Presencia, a vuestro Amor y a vuestra Unidad. 
Hasta la vista.

*********     


MA ANANDA MOYI
Marzo de 2016

Soy Ma Ananda Moyi y saludo en vosotros la Eternidad y el Amor.

… Silencio…

Vengo a expresar mediante algunas palabras, por mi Presencia, el contenido de lo que llamaré la nueva Tri-Unidad femenina, de la cual represento el primer término, como portadora de la vibración AL, la del Fuego. Vendrá después de mi, mi hermana Gemma, segundo término de la Tri-Unidad del femenino sagrado. El tercer término, por supuesto, será María. Intervenimos pues una después de la otra, al igual que los Arcángeles, ayer, os comunicaron unas informaciones sobre la Tri-Unidad arcangélica y sobre todo una vivencia. Esta vivencia, hoy, sale del mismo fundamento y concierne por supuesto a la creación sagrada, a la co-creación sagrada consciente y también a lo que ha sido llamado el femenino sagrado.
En este mundo humano de superficie, el principio femenino siempre acogió a la vida en su seno y le permitió desarrollarse. La Tri-Unidad es, yo diría, en cierto modo la última forma y la última manifestación de cualquier personalización, de cualquier función, permitiéndoos probablemente de acoger en vosotros la totalidad de la Creación y de lo Increado que sois, desembocando en la Liberación, y para muchos de vosotros, sobre la Ascensión propiamente hablando.
Vengo entonces a deponer y depositar en vosotros, por mi Presencia, mis palabras y nuestro encuentro, aquí y en otras partes, que permitirán de preparar, si puedo decir, y de vivir, vuestra propia desaparición y la actualización cada vez más precisa, en vuestro plano de conciencia todavía presente, de lo que ha sido llamado por María y por muchos interventores: el mecanismo de los tres días o de la estasis. Algunos de vosotros, además, ya viven estos episodios de estasis, de éxtasis o de intasis, en diferentes ocasiones.
La Tri-Unidad del femenino sagrado os dará a vivir las primicias o la totalidad de lo que representa, en cierto modo, la última preparación, haciéndoos vivir la Promesa y el Juramento. Para algunos de vosotros, tal vez más raros, esto se traducirá también por un desempeño no decidido pero vivido, de todos los compromisos y de todas las obligaciones ligadas a la existencia de una persona sobre este mundo.
Para los de vosotros a los que esto ya ha llegado o está en proceso de manifestarse, sabéis pertinentemente que no hay huida de la realidad por  vuestra parte, ni una negación de esta realidad ilusoria, sino más bien un estado de ser, que trasciende realmente y concretamente, a pesar de la presencia de vuestro cuerpo y de vuestra conciencia limitada, toda noción de persona y toda noción de acción en el seno de este mundo. Es en estos momentos, si los vivís, que sois más lo que Sois, en Luz y en Verdad. Después de las llamadas de la Luz y los requerimientos de la Luz, viene la actualización total de la Luz. La Tri-Unidad del femenino sagrado hace de vosotros una copa, un receptáculo de lo Divino y de lo Sagrado.
Tuve la oportunidad en numerosas ocasiones, durante todos estos años terrestres pasados, de hablaros del Fuego, de la reversión del alma, del éxtasis. Entonces diría que para algunos de vosotros esto ahora se va a verificar, cuando la Luz os proponga de Ser y de vivir, cualquiera que sea la agitación del mundo o la agitación de vuestra propia persona o de vuestra propia vida. Así que muchos vivirán momentos cada vez más intensos en el seno de la Morada de Paz Suprema, sin quererlo, sin desearlo y sin buscarlo. Esto os acercará siempre más a la disolución final, colmará a vuestra persona, de Vida, de Amor, de felicidad. Seréis colmados sin poder identificar necesariamente una forma, una Presencia, sino más bien el aspecto de la Luz que viene a crear la realidad Eterna que ya está, como lo sabéis, presente.
Hay pues una forma de revelación cada vez más grande de la inmensidad de lo que Sois. Lo sabéis, esto no pasa ni por el mental, ni por la emoción, ni por la energía. La vibración del Fuego, por supuesto, podrá estar presente y cualquiera que sea su intensidad, no os podrá molestar, porque vuestra conciencia será absorbida en este éxtasis indeleble de la Verdad.
Esto se manifestará para vosotros como una forma de salida de la ilusión, sin rechazo de lo que sea de este mundo. Podréis entonces verificar por vosotros mismos lo que Sois, y también verificar por vosotros mismos, si estáis en adecuación con la Verdad. No solamente en forma de una aclaración, como es el caso, sino más bien como una evidencia que no necesita de ninguna interpretación, de ninguna proyección y que no necesita de ninguna aclaración. Ahí está Shantinilaya.
Para los de vosotros que lo vivirán, no habrá posibilidad de escapar de esto. Es en cierto modo el momento en el que lo que pueda todavía quedar aún de resistencia o de dolor en vuestra Presencia y en vuestra conciencia desaparecerá, en el momento en que esto se produzca, pero tal vez también después.
No os puedo dar ni técnicas, ni respiratorias, ni otras, ni movimientos, pero observareis que esto ocurrirá en el momento, como fue explicado hace varios meses, cuando las percepciones de vuestro cuerpo y de vuestra conciencia se apagarán ellas mismas, sin buscarlo, en esos momentos.
Esto aumentará vuestra paz y vuestra felicidad sin objeto, vuestro resplandor, sin buscar nada. Comenzareis entonces, de manera concreta, a vivir vuestra vida en este mundo, en lo que hay que vivir, sin estar afectados por cualquier historia que sea, sin estar afectados por una condición cualquiera que sea, dándoos a vivir la Libertad y la Autonomía de la Luz y haciendo de vosotros, como he dicho, este receptáculo perfecto para Aquel que viene y también para vivir lo que está por vivirse en la última fase de esta 3ª dimensión. Entonces simplemente os quiero dar algunas referencias.
Una de estas referencias que, hay que decirlo, sobrevendrá más fácilmente si estáis alineados previamente sin buscar nada, es la percepción de lazos, como fue el caso hace varios años, a nivel de los tobillos. Pero estos lazos no están allí para impediros, como fue el caso hace algunos años, de acceder al cuerpo de Êtreté sino más bien, en cierto modo, de fijar el cuerpo de Êtreté en su manifestación aquí  mismo, haciéndoos trascender la percepción de la vibración, la vibración de las Coronas, e incluso el sentido de estar en contacto con una forma de Luz o una conciencia de Luz viniendo de nuestros planos. Todo desaparecerá. Habrá por supuesto otras señales.
El segundo signo que aparece es una modificación importante y espontánea de vuestra respiración. Vuestro cuerpo entero, antes de desaparecer, se volverá esta respiración. El inspirar y el expirar se acompañarán espontáneamente de un sentimiento de ensanchamiento y de contracción, condición previa a la desaparición de las señales del cuerpo y de vuestra consciencia. El punto de vista entonces, el emplazamiento de la conciencia en este momento, no será más tributario de ninguna forma, de ninguna historia, de ningún sufrimiento, ni incluso de ningún devenir o porvenir. La inmersión será total en el seno del instante presente del Aquí y Ahora. Vacíos de vosotros mismos, descubriréis lo que sois « seréis el Amor », más allá de toda condición y de toda prerrogativa de este mundo. Volverse este receptáculo, es participar del regreso del Cristo. Es participar de manera concreta en la Ascensión de la Tierra y en la Ascensión de los hermanos y hermanas, aquellos que están en el umbral y a la puerta de esta transformación.
Cuando esto os caiga encima, no podréis discutir lo que se produce, de ninguna manera. No tenéis que percibir, necesariamente, una de las Coronas o una Presencia a vuestro lado. Sois vosotros mismos con vosotros mismos, más allá de todo velo y más allá de todo lo que pueda haber de la historia de este mundo, incluso en este período.
Los efectos se sentirán, sobre todo, en el momento de la vuelta a vuestro estado normal. Notaréis muy fácilmente que, en ese instante, vuestro corazón está lleno de perdón, de evidencia, durante un tiempo más o menos largo, según la repetición de estas secuencias que, os repito, no las podéis decidir vosotros dentro de vuestra persona, sino que se impondrán ellas mismas, independientemente de su duración, de la hora y de cualquier circunstancia o condición porque nada puede frenar el Femenino Sagrado.
Esto os hará ver también, que la Fuente de la Luz no está en otra parte, en el cielo o en nuestras dimensiones, sino que está íntegramente presente (como os hemos dicho siempre), en lo que sois. Todos vuestros comportamientos, toda vuestra vida, todas vuestras relaciones, se volverán trasparentes completamente. No podréis estar afectados ya por ninguna herida ni por ninguna reacción hacia vosotros mismos. Por supuesto, es lo mismo que algunos habéis visto probablemente a través de imágenes o vídeos, que emanaba de mi persona. Esto no es ni un juego ni un papel, es la evidencia que se instala. Tendréis cada vez más fuerza y cada vez más evidencia.
Entonces, os daréis cuenta de un cambio, sin precedentes, de vuestras necesidades fisiológicas, sin buscar nada, sin querer nada, porque en ese momento lo veréis todo claro. No tendréis que plantearos ninguna pregunta de nada relacionado con cualquier tema y se realizará el estado Crístico, totalmente. Los aspectos vibratorios de la conciencia pueden amplificarse después de este estado y de esta experiencia y algunos de vosotros notaréis muy rápidamente, incluso la primera vez, que es la única realidad, que lo demás no es estable, no es sostenible y, sobre todo, no representa nada ante los ojos de lo que os convertís, ante los ojos de lo que ya sois, los que ya lo habéis vivido.
Hace unos meses, mi hermana María, os habló sobre el período de la Navidad, así como el Comendador. Por supuesto, durante este año 2016, existen períodos más favorables; los conocéis tan bien como yo, no voy a nombrarlos. Ya se trate de los solsticios, de los equinoccios o de las llamadas fiestas religiosas, hay algo que se despliega en vosotros más allá de la historia, de algo eterno, de algo que no falla nunca.
Vuestras acciones no estarán ya dictadas por la menor depredación. Notaréis también que os ponéis en el lugar del otro muy fácilmente, sin quererlo. Vuestro punto de vista no será ya vuestro punto de vista ni el del otro, sino un punto de vista intermedio que no depende de una forma, de una historia, de una relación o de confrontación alguna. La mejor palabra es "evidencia". Y esta "evidencia" no sufre ninguna interrupción por el mental o por cualquier emoción.
Muchos de vosotros, antes de este período, antes incluso de la Llamada de María, llegaréis a estar saturados de alegría, saturados de felicidad, independientemente de toda circunstancia o de toda historia. En ese momento la vacuidad será perfecta, la trasparencia más evidente; la humildad, la simplicidad, si no es ya el caso, se volverán cotidianas sin esfuerzo, sin quererlo, sin buscarlo. Entonces tendréis vuestro Templo, completamente vacío, quedando limpio íntegramente. En ese momento desaparecerán de vosotros los cuestionamientos. Aceptaréis la Vida, con todo lo que pueda traer a vuestra conciencia. No habrá ya ni ira, ni tristeza, ni miedo; sólo existirá la Verdad desnuda. La quintaesencia de lo que sois, está por tanto aquí, en este plano. Es la oportunidad de vivir esto, en estos tiempos tan reducidos.
Los Arcángeles os han hablado de la Tri-Unidad; nosotros os hablamos de nuestra Tri-Unidad y eso os conducirá a todos vosotros a la estasis, pero antes, a la verdadera libertad. Esta experiencia directa, no será ya una experiencia, sino una revolución, una transubstanciación total, de lo que erais antes. Todo será liviano, sin buscarlo. Nada podrá afectar este estado de completa alegría y felicidad sin objeto. Estaréis saturados de Alegría como habéis podido ver en imágenes mías cuando estaba encarnada. Sea cual sea vuestra edad, vuestra historia pasada, vuestra asignación vibral, la pureza es tal que ninguna zona de sombra podrá permanecer o alteraros, tanto en el cuerpo como en vuestros pensamientos o emociones. Os repito también (algunos de vosotros ya lo experimentáis) que la agudeza y la intensidad estarán cada vez más presentes y, en ciertos casos, más y más invasivas.
Pero esta invasión no es una violación de vuestra persona o de vuestra historia, sino una trascendencia real de todo lo que se había adherido hasta el presente, incluso sin creencias. Veréis que, en realidad, no hay diferencia entre el hermano y hermana que amáis y el hermano o hermana que os irrita o desagrada. No veréis ya diferencia entre cualquier hermano o hermana de vuestro plano y nuestras Presencias. Habrá una unificación total, donde no habrá ya necesidad de nombrar o identificar lo que sea o quien sea.
Os he dicho que habría algunas señales previas a este último derrame de Luz. Por lo general, en el orden que he dado, pero no siempre. La sensación de ataduras en los tobillos, que quizá no habéis sentido nunca y que, hasta ahora, limitaba vuestros mecanismos de expansión de la conciencia hasta el cuerpo de Êtreté. Eso significa, en otras palabras, que el cuerpo inmortal, el cuerpo sin costura, el cuerpo de gloria, toma el lugar definitivamente aquí, incluso donde estáis, en esta carne, realizando así el Juramento y la Promesa, pero también la Resurrección del Espíritu, la transmutación de la carne y de vuestra persona.
La respiración tendrá esa amplitud. La vibración puede desaparecer desde ahora o, al contrario, intensificarse. Los sonidos percibidos en vuestros oídos, se volverán cada vez más fuertes y más agudos, acercándose inexorablemente al Coro de los Ángeles y al Espíritu del Sol, descubriéndolos en vosotros, encarnándolos más allá de vuestra forma y de vuestra propia encarnación.
Recordad también que, a partir de ese momento, no puede existir la angustia de la desaparición, de muerte, del sufrimiento o de aprensiones. Sólo hay evidencia de la Alegría, de la vacuidad y de la trasparencia. Al salir de esta experiencia, de estos estados, conservaréis la alegría. Notaréis, sin dificultad y de manera espontánea, lo que se llamó hace tiempo, la "visión de Corazón", visión, no en el sentido que vuestros ojos puedan percibirlo, sino una visión directa que no tiene necesidad ni de forma ni de color, ni de ideas ni de pensamientos, ni emociones, ni de vuestro cuerpo. Es entonces, cuando estaréis instalados en el Silencio del corazón del Corazón.
Tened presente que no podéis buscarlo. Esto no depende de vosotros, esto no depende de ningún ejercicio, incluso en el seno de la danza del Silencio o del yoga de la Unidad. Diría incluso que esto corresponde al momento en el que abandonáis toda vigilancia y toda atención hacia vosotros mismos, hacia vuestro cuerpo, hacia vuestra vida incluso. No podéis buscarlo pues eso significaría para vosotros una huida ante la vida. Conviene muy al contrario dejar que la copa se llene sola. No desear nada, no pedir nada, no querer sentir ni percibir nada. Hacer caso omiso de vosotros mismos en cierto modo. Esto se sitúa más allá de lo que habéis llamado alineaciones, meditaciones u oraciones. Bien podría ser aquella oración silenciosa del corazón, que nada pide y que se encuentra a sí misma.

El Fuego del Corazón pondrá fin al fuego vital, lo que explica desde ya por lo demás – y desde hace muchos meses – vuestras fluctuaciones a nivel de humor, de energía, de moral y de la mente, pese a las certidumbres interiores y las experiencias ya vividas para muchos de vosotros, en relación con las Coronas, con el Canal Marial, con los mecanismos nuevos de conciencia existentes desde hace algunos años concernientes a las comuniones, las fusiones, las disoluciones. Ya no dependéis de nada, ni de una Estrella, ni de una Puerta, ni de una vibración. Es la desaparición de todo eso que os permite dejar atrás los últimos estratos de reflejos de supervivencia o de reflejos de orgullo espiritual al creerse esto o eso otro. Descubriréis entonces – de no ser ya el caso – la exactitud de ciertas palabras de algunos Melquisedecs: aceptar ser nada aquí para serlo todo allá.

Tened presente que no podéis renunciar por cuenta propia sino que la renuncia os sorprenderá en el momento oportuno para vosotros. No hay nada que hacer. En esos momentos no hay nada que observar, nada que mantener, nada que ver, nada que percibir. No existe siquiera voluntad alguna de desaparición, de meditación o de alineación sino la evidencia de la Verdad, la evidencia de la vacuidad, que permite acoger el canto de la Creación y también acoger en vuestro interior al que fue llamado y que llaman con el nombre de Hercóbulus o los diferentes nombres como se le conoce.

Esta evidencia se tornará tan natural como el hecho de respirar el aire, de alimentaros y se convertirá en algo cada vez más espontáneo. No podréis ni oponeros a ella ni reforzarla. Tal es la acción de la última personificación llamada Tri-Unidad del femenino sagrado, que os regresa a la fuente de la Creación y al instante previo a toda creación y abarcando todas las creaciones, a la que un interviniente de voz fuerte llamó el Absoluto o el Parabrahman, demostrando (si lo experimentáis) lo pueril que es la búsqueda espiritual, lo pueril que es toda búsqueda y toda comprensión.

Volveréis a ser entonces verdaderos niños libres y autónomos, inscritos en totalidad en el instante presente, fueren cuales fueren las cosas a realizar en vuestra vida y en vuestras responsabilidades. Vuestra mirada dejará por siempre de ser la misma. No os preocupéis, pues eso será notado por vuestros cercanos y tened presente que no hay nada que explicar – en absoluto – ni nada que demostrar, solamente estar ahí, si eso os pasa. Lo demás será efecto de la Gracia, de la Inteligencia de la Luz y de Cristo. El Espíritu del Sol, el Coro de los Ángeles cantarán permanentemente en vosotros, vuestras células revivirán ; lo percibiréis.

Hay pues un aumento y un acercamiento de la Eternidad y de lo efímero. Hay incluso superposición, como bien sabéis, pero esta vez es una superposición de la misma conciencia con sus diferentes estratos hasta la a-conciencia, de donde emana todo gozo y toda felicidad. Cristo lo dijo en aquellos tiempos: « Buscad el reino de los cielos que está dentro vuestro y lo demás os será dado por añadidura ». La diferencia es que ahora ya no tenéis ni siquiera que buscarlo sino solamente revelarlo y dejarlo estar, dejarlo actuar, ponerlo delante en cada circunstancia, en cada encuentro, en cada momento.

La paz entonces irá en aumento cada vez más. Los momentos de desaparición serán vividos sin aprensiones, sin señales y sin perturbaciones. Os iréis llenando más y más con esta Luz inefable de Amor y de Verdad. No estaréis más atados por las reacciones humanas, por las obligaciones, por los papeles que desempeñáis, incluso en el seno de vuestra familia. Como bien comprendéis, esto irá alcanzando más y más importancia. Esto corresponde directamente a las Tri-Unidades nuevas, que vienen a calcarse sobre la nueva Eucaristía, obviamente con el acercamiento más y más tangible de Aquella que puede manifestarse en cualquier instante ahora – Nibiru – y también con María, en los momentos de su Llamada.  

Si vivís esto, entonces no os preocupéis más por vuestro futuro, por vuestro devenir, por un libreto cualquiera pues no saldréis más de ese estado de gozo y de felicidad, que es lo único que importa. Lo demás os parecerá tan lejano, tan fútil y tan inútil.
Lo vivido por los más grandes místicos de la tierra lo vais a vivir de la misma manera. Algunos levitarán, otros se bilocarán, otros se extasiarán en un gozo más allá de todo sexo y que supone un transporte para el alma, de existir ella todavía, en el Fuego del Espíritu, en el bautismo del Espíritu y en la revelación de éste.

Hay entonces – antes siquiera de la Llamada de María – para más y más hermanos y hermanas, este vuelco que ocurre de manera súbita, espontánea, y que pone fin a todo motor de sufrimiento, a toda ilusión de ser una persona o a toda ilusión de ser de este mundo. Por lo demás, comprobaréis vosotros mismos que - tras experimentarlo - no necesitáis nada más que no fuera estar en el Amor. El sentido de una ventaja personal en cualquier nivel que sea dejará de existir. En verdad, ni siquiera sentiréis necesidad de prestarnos atención, de oírnos. Solamente estaréis con ganas de estar ahí y de experimentar esto porque – más allá del estado y de la experiencia inicial – esto permanecerá en vosotros y se hará más y más presente, poniendo fin a toda persona, a toda historia. Os habréis convertido entonces no en la acción de Gracia o el estado de Gracia sino que seréis vosotros mismos la Gracia, de no serlo ya.

Cada día que pase habrá más y más oportunidades hasta el avistamiento del signo en el cielo. Estaréis insensibles ante la algarabía del mundo a la vez que estaréis presentes y estaréis amables sin quererlo, sin pensarlo, porque no habrá otra conducta posible que no fuese tender la mano, abrazar, mirar y amar a quien llore, a quien sufra, a quien muera, a quien parta. El mismo amor estará presente en todas partes, miréis donde miréis, hagáis lo que hagáis. Esta liviandad no es palabra hueca pues ocupará todo el espacio de vuestra vida y os convertirá en lo que llamamos en Oriente unos bodhisattvas, es decir seres realizados, liberados, despreocupados de la opinión ajena, despreocupados de la opinión propia, ocupados solamente en lo que la Vida les propone hacer sin la más mínima pregunta, la más mínima interrogación ni la más mínima duda, por supuesto.

Llamo vuestra atención sobre los momentos previos que ya fueron evocados, es decir las llamadas de la Luz que ahora ya no ocurren a determinadas horas sino cuando sea; pueden incluso despertaros por la noche. En ese momento, observáis que estáis sudando, que tenéis calor, que tenéis frío. La regulación térmica, la regulación corporal en todas sus funciones, se modifica ampliamente en ese momento. Pero acordaos que lo esencial de todo esto, es esta alegría que crece, esta felicidad indecible que se manifiesta. Incluso os distanciaréis de lo que pueda quedar todavía de vuestra persona presente con respecto a vuestros humores, que calificabais antes de habituales, que sea la búsqueda de placer, que sea la ira, que sea el resentimiento, que sea incluso los miedos. Todo esto pasará, realmente y concretamente, sin afectar vuestra conciencia, reunificada en cierto modo.
Será mucho más que las experiencias vividas de Unidad, tal y como Gemma, mi hermana, os lo ha descrito hace muchos años, porque este estado será vuestro estado natural y vuestro estado permanente cada vez más. El mundo os sonreirá. La fluidez no será ni buscada, ni evocada, se volverá también evidente. Nada podrá resistirse a vuestra alegría, ni en vosotros, ni fuera de vosotros. Nada podrá oponerse tampoco a la Verdad y al resplandor de la verdadera Luz.

Os instalará completamente en el instante presente y os hará disponible al aquí y al ahora, a la Última Presencia. Será perceptible, no sólo para vosotros sino para todos los que estén alrededor vuestro o que vayáis encontrando. Incluso un desconocido actuará con vosotros de una manera completamente diferente, sin por supuesto saber el por qué.
El Femenino sagrado, la co-creación consciente y la nueva Tri-Unidad femenina, son el origen de toda creación, el origen de la Fuente y vuestro origen.

Seréis indiferentes a los furores del mundo, a los furores de los elementos. De ninguna manera os afectarán, y al contrario, veréis más el furor del mundo desencadenarse, más a los Elementos desencadenarse, más ira, dudas, miedos alrededor vuestro, más os quedaréis y permaneceréis en esta paz, sin buscar nada, sin cerrar los ojos, sin actuar, sin querer nada.

Los contactos maravillosos, para algunos de vosotros, que habéis vivido con los pueblos de la naturaleza o con nosotros, ya no serán de ningún interés, porque habréis comprendido que todo está ahí en vosotros, y que el mundo es lo que sois, y que no hay nada más que vosotros, y que el otro es sólo una parte de vosotros, o la totalidad de vosotros, dándoos la ocasión de emanar e irradiar esta paz y esta alegría sin intención alguna, sin esfuerzo alguno.

Así que acordaos, si sentís vuestros tobillos apretarse, si la respiración empieza a pasar, como fue explicado, a nivel celular, si algún calor o algún frío os invade de manera muy intensa, independientemente de alguna enfermedad o temperatura, entonces se acerca a vosotros, revelando a Cristo, revelando la señal celeste, y revelando sobre todo la totalidad de la Eternidad.

Volveréis a descubrir, si no es ya el caso, la simplicidad de la Infancia. Cristo decía: « Felices los simples de espíritu, pues de ellos es el Reino de los cielos ». Ya no tendréis más reivindicaciones y estaréis plenamente vivos, con el mismo interés por cualquier cosa y por cualquier persona, por cualquier acción que llevéis.

Desde ahora, aquí como en cualquier parte, escuchándome, leyéndome, ya puede aparecer en vosotros. Dejad que se haga, dejad que sea. No pidáis nada, no proyectéis nada. Estad disponibles, sin petición y sin espera, y dejad la obra de la Luz finalizarse en vosotros, si no se ha hecho ya.

Saldréis de la espera. Saldréis de la esperanza. Saldréis de toda duda. Sólo esta Luz y este estado serán la verdad, porque esto es la Verdad.

Así que desde ahora podemos comulgar con esta idea, con esto, y dejar a la Luz Ser, desde ya. No pidáis nada, no observéis nada, no os preocupéis de nada, dejad a la vibración aparecer, desaparecer, es igual. El fuego puede alcanzaros, el frío puede alcanzaros.

…Silencio …

Abandonad toda veleidad de controlar algo en este proceso, sed el receptáculo perfecto.

…Silencio …

El corazón, en ese momento, podrá tener algunos fallos. Podrá volverse ardiente e incluso a veces dar la impresión de estar como comprimido. No os detengáis con estas señales y estos síntomas, salvo por lo que os comenté respecto a los tobillos, o a la respiración por ejemplo.

Y ahí, Shantinilaya se desplegará con firmeza, con una evidencia tal, que incluso los conceptos que hasta ahora fueron vividos como de Cristo, de un Arcángel, no representarán nada, no porque sean inútiles, sino porque lo que se manifieste entonces lo englobará tanto y será tan vasto que no habrá más sitio para una manifestación parcelaria de la Vida, sino simplemente la Vida en su totalidad - que no depende, como lo sabéis, de ninguna dimensión, de ningún origen estelar y de ningún linaje estelar, ni de vosotros mismos, ni de ninguna situación o de ningún amigo o enemigo. Viviréis en ese momento lo que es la Libertad verdadera.

Por supuesto que algunos de vosotros ya lo han vivido sin siquiera poder definirlo con palabras. Pero la aproximación de Hercóbulus, que está a punto de girar alrededor del Sol, es un elemento de mayor importancia en el proceso desarrollándose, y nosotras, las Estrellas, sólo lo acompañamos en vosotros, con nuestra propia resonancia, como lo hicieron los Arcángeles.

Ya no os hará falta nombrar, llamar, discernir, preguntar, sólo estar ahí en el Amor. Si el alma sigue todavía presente, vivirá su vuelco definitivo y su consumación en el Espíritu de la misma manera. No habrá ninguna imagen, no habrá ninguna sensación, sólo estará la evidencia. A esto Cristo se refirió cuando dijo que llegaría como un ladrón por la noche, creando la última transformación del juego ilusorio de los roles en el seno de este mundo, e incluso del juego, diría yo, de la Ascensión o de la Liberación.
Descubriréis entonces, realmente y concretamente, que siempre fuisteis libres y que sólo vuestra persona hacía obstáculo a la Verdad, y el mundo también. Pero no habéis rechazado el mundo, habéis seguido en este mundo.

No lo veáis como una recompensa, no lo veáis como una depuración, sino como la culminación de la Llamada de María, que lo hayáis vivido hace ya muchos años cuando María os llamaba, u otra hermana, por vuestro nombre, que lo viváis ahora o desde hace poco tiempo, o que todavía no lo hayáis vivido, no hará ninguna diferencia. 

Comprobaréis también en esos momentos, y después, que incluso lo que era habitual en vosotros, que se refiera a los miedos, a los límites, ya no se sostienen y representan unos pesos que se evacuan por sí solos, sin buscarlo, sin quererlo. Luego, quizás observaréis entonces que las últimas Puertas que no habíais sentido al nivel de vuestro cuerpo se vuelven sensibles, incluso a veces dolorosas. Pero ahí también, este dolor no será percibido como un dolor, ni siquiera como una molestia. Simplemente no será lo que sois, aunque os afecte. Ya no os identificaréis con nada. Ahí está la verdadera Libertad.

Vuestra sonrisa será totalmente independiente de las circunstancias. Seréis la calma en la tempestad exterior. Seréis lo indecible cuando todo vacila. Allí está la Verdad. Es hora de vivirlo, es hora de decir Sí.

Muchos Melchisédech y algunas Estrellas os dieron los principios de la humildad, de la infancia, de la sencillez, con el fin de ayudaros a caminar en los meandros del intelecto. E incluso esto, ahora, no tiene ya sentido, porque cuando se vive, no hay nada que justificar, no hay nada que tranquilizar.

Entonces me propongo, aquí como en cualquier parte, en este momento de mi intervención y de las palabras que os dí, de dejarlo instalarse, si lo queréis, juntos o solos, es igual. Porque ya no estaréis nunca más solos. Hagámoslo, si lo queréis, ahora, mientras detengo mis palabras, unos instantes. Poned vuestros cuerpos cómodos con el fin de que no os moleste. No pidáis nada, no evoquéis nada, y hasta diría, no observéis nada. No intentéis señalar nada, no intentéis comprender nada, dejad la evidencia instalarse.

... Silencio …

Sea lo que sea lo que se produzca, no os intereséis por ello. Permaneced vacíos.

... Silencio …

Soy Ma Ananda Moyi, bendigo y comulgo en cada uno de vosotros, en la misma Unidad y en la única Verdad.

... Silencio …

Hasta luego.

********  



GEMMA GALGANI

Marzo 2016


Soy Gemma Galgani. Hermanas y hermanos, me presento a vosotros como Estrella Unidad y como componente de la Tri-Unidad del Femenino Sagrado. Mis palabras vienen a completar lo que os ha dicho mi hermana Ma. Mis palabras serán aún menos que las suyas, porque la Unidad presente, se vive en el Silencio; no hay necesidad de palabras en este estado, en esta comunión que vamos a compartir.

…Silencio…

Estemos juntos, presentes a cada uno, en la misma Luz Blanca. Instalémonos juntos en la felicidad.  

En este espacio sin tiempo en el que nada puede ser diferenciado, ni dividido, ni eliminado, estemos juntos en la Paz del Uno, en esa Alegría silenciosa e interior de la Morada de la Paz Suprema. Vivamos la Vida, dejemos atravesar lo que llega, sin retener nada, sin pedir nada.

Sintámonos transportados en el Amor, ebrios de Amor en el mismo Corazón, donde ninguna diferencia pueda surgir o aparecer. Seamos la Paz, la Gracia perpetua. Olvidémonos de nosotros mismos para convertirnos totalmente en el Corazón del Uno, con evidencia y ligereza.

…Silencio…

Estemos juntos en el Corazón del Uno, en el Corazón de lo Ilimitado, sin esfuerzo, olvidando así, todo lo que no es más que "Esto".

Acojámonos, acojamos el mundo, acojamos lo que pasa y dejémoslo pasar. No busquemos nada más que la Evidencia que está aquí. Que se despliega aquí donde estamos, ahí donde vosotros estáis, en todo lugar, para terminar también, con el espacio y el tiempo.

Seamos todos los niños del "sí". Sí a la Verdad, sí a la belleza, sí a lo que nunca muere. Sí, a lo que nunca puede desaparecer.

Independientemente de lo que sentimos, aquí y en este momento, eso no nos afecta.

…Silencio…

En la plenitud del Silencio, donde incluso las palabras: "pleno" y "vacío", no quieren decir nada y no significan nada, porque el Amor, la Luz y la Gracia no dejan espacio para otra cosa, sin rechazar nada.

…Silencio…

Dejemos toda molestia, porque las molestias pertenecen a lo perecedero.

…Silencio…

Dejemos juntos, en el Corazón del Uno, manifestarse o desaparecer lo que debe ser. Estemos disponibles porque no puede ser de otro modo.

…Silencio…

Seamos el receptáculo de Su Sangre, trascendiendo el tiempo y el espacio, como toda historia. Él está ahí, se acerca, emerge en el Silencio de nuestra Presencia y en la Paz de nuestra Ausencia.

…Silencio…

A cada Silencio, la Evidencia crece; ella siempre ha estado ahí. En un movimiento que solo es uno, en el que incluso la inmovilidad es fulgurante, el Corazón del Uno está instalado.

…Silencio…

Allí, enseguida, instalados en el "sin tiempo" y "sin espacio", a cada minuto, "Esto" está allí y "Esto" es. En la densidad y en la completitud de la Luz, el Amor es todo lo que es, sin depender ni de vosotros ni de mí, independiente de toda condición. Nosotros nos invitamos mutuamente a compartir la Gracia que se hace de forma natural, espontánea, dejando así las ilusiones de toda historia que desaparece en le Luz del Uno, allí donde todo es perfecto.

…Silencio…

La Gracia actúa, en ese momento, incluso en los talleres de la Creación, allí donde no hay ni tú ni yo ni ninguna distancia que recorrer, ni nada que reunir.  

…Silencio…

No te preocupes ni de ti ni de mí, porque ni tú ni yo, estaremos allí; sólo el Corazón del Uno, es. Un Corazón solo y único de la pulsación primordial de la Creación donde toda persona no es más que un recipiente que acoge todo lo que se le presenta.

…Silencio…

Allí donde todos estamos, no hay espacio para otra cosa que la Alegría y la Paz. No veas ahí ningún objetivo. Observa la Vida justamente, donde nada tiene distancia, donde nada falta, donde el Amor no puede ser buscado, porque ya está aquí por todas partes, allí donde no puede faltar nada.

…Silencio…

Allí, aquí, no hay nadie. No hay ni leyenda ni historia, ni escenario. No hay nada más que "Esto", que, sin embargo, es todo y engloba todo. No eres tú ni yo y, no obstante, eres cada uno. Podrías ser el viento en el árbol, el agua que fluye, el sol que brilla, como Él que viene. Tú eres todo eso a la vez y, al mismo tiempo, no eres nada de eso. No hay ni contradicción ni antagonismo; no hay más que la pura Verdad. Hay Libertad porque nada puede estar atado ni detenido. No hay necesidad de sueños ni de esperanza.

…Silencio…

En esta inmovilidad están todos los movimientos comprendidos. El Silencio contiene todos los sonidos y el Verbo, contiene toda vida, dondequiera que se inscriba y dondequiera que se viva.

Así, descubres que no hay distancia entre tú y yo, entre tú y el otro. El sentido de ser una identidad, no existe ya. Ahí está la Paz definitiva donde nada puede ser turbado, donde no puede aparecer necesidad alguna.

…Silencio…

La Vida Una y Eterna se vive ahora, más allá de todo sentido y de toda percepción.

…Silencio…

Permanece allí, no se mueve. Así, nosotros vivimos el Corazón del Uno en la Verdad blanca e inmaculada.

…Silencio…

Incluso mis palabras parecen perderse en la Infinita Presencia. Sólo existe todavía, el canto del Universo.

…Silencio…

Así, se elimina lo que no es verdadero; así se vive lo auténtico. Allí, donde tú mismo no eres más que un punto infinitesimal que se diluye en el Corazón del Uno, incluso las palabras que salen, no son las mías; no son más que la única manifestación tangible del corazón del Uno, del Espíritu del Sol y del Coro de los Ángeles. E incluso esas palabras y esos conceptos, no evocan nada ya. Se vuelven superfluos e inútiles, llegando al punto de preguntarte, quién oye y quién habla. Allí donde no hay sentido ni dirección y, sin embargo, nada es errante. ¿Es la Nada?, ¿es el Todo?, ¿cuál es la diferencia? No hay ninguna.

Probablemente percibas todavía, lo que podrías llamar "dulzura" o "paz", pero sabes muy bien que no es eso; por otra parte, tú no puedes nombrarlo.

…Silencio…

El Verbo no tiene ya necesidad de palabras ante la Evidencia de "Lo que Es".

…Silencio…

Todo interés se aleja de lo que pueda ser visto, percibido, oído. Allí está lo «Pleno» y lo «Vacío» que desprovistos de sentido, son ellos también, la evidencia.

…Silencio…

Entonces, las palabras se vuelven melodía tarareada que trata todavía de acompañar lo que es, justamente, para el placer de emanar la co-creación.

…Silencio…

Ahí está el Último, donde nada puede ser etiquetado ni nombrado, sino simplemente experimentado.

…Silencio…

Ahí donde estás, no necesitas ornamentos ni decorados que son superfluos.

…Silencio…

Así, "el amigo" y "el amado", no son ya distintos de ti, de mí, de cada uno, como de nadie.

…Silencio…

Y allí, no hay más palabras.

…Silencio…

Así, nos saludamos en la Gracia, en esta indecible Presencia que no es más que la ausencia del sí y de la persona. Simplemente te digo… la palabra "Amor" … no es una palabra, ni incluso un estado.

Te saludo en el Corazón del Uno y me retiro ahora, sin retirar nada de lo que es.

…Silencio…

Te abrazo más allá de todo abrazo y a través de la carne.
Hasta la vista.

*********


MARÍA
Marzo 2016

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Niños bien amados, dígnense a acoger el Manto Azul de la Gracia y reciban mis bendiciones.

… Silencio…

Vengo después de mis hermanas Estrellas, Ma y Gema, a completar lo que les ha sido dicho 
concerniendo a la Tri-Unidad del femenino sagrado. Mi presencia y mi acción pretenden estabilizar y apaciguar lo que deba ser lo, en el proceso que describieron mis hermanas.

… Silencio…

En la hora en que muchos de entre vosotros, despiertos o todavía en el sueño, presienten la inminencia de la llegada del Cielo sobre la Tierra, hay, como lo comprobáis, una Paz cada vez más grande que está aquí – no en este mundo, desde luego - sino en lo más íntimo vuestro, y que es perceptible en vosotros.

Todo lo que se celebra en vosotros como todo lo que se celebra en vuestra vida, concurre a crecer, si puedo decir, en Paz y en Amor.

… Silencio…

Mis palabras también serán pocas en este día, porque no es más el tiempo de ser abrevados de palabras o de vibraciones, sino más bien de ser alimentados por vosotros mismos, por vuestra Eternidad que está aquí, por vuestra Presencia, por el conjunto de vuestros sentidos, como personas o más allá de toda persona. Es el tiempo de la evidencia de lo que ya se produce en vosotros.

Desde hace numerosos meses, como esto os ha sido explicado y desvelado, estamos en vosotros, y de manera visible al exterior para aquellos que todavía están separados de lo que son, estamos también, lo más cerca posible de vuestra dimensión, manteniéndonos preparados, como vosotros, para lo que está por vivir-se.

Cada vez más, como lo comprobáis, para vosotros como para el conjunto de mis niños, dondequiera que estén, que me hayan reconocido o no, sólo queda el Amor o el miedo. El miedo sólo es, y aún más ahora de hecho, el resultante de la incertidumbre del Amor para vosotros. La Tri-Unidad del femenino sagrado pretende iluminar estos últimos miedos, que sean los del mundo, de vuestros cercanos, los vuestros o de las situaciones.

No olvidéis - y eso se ve y se vive - que la Inteligencia de la Luz está cada vez más activa, cada vez más presente, cada vez más manifiesta; incluso si para vosotros esto se traduce por el miedo, poco importa. No se detengan, dejen eclosionar lo que quiere eclosionar en vosotros, porque lo que florece en este mundo, puede ser a veces doloroso, antes de la Salvación. Pero cualquier dolor que sea, no es nada delante de lo que llamará la amplitud y la intensidad del Amor.

Las túnicas de Luz, eternas, os cubren ahora con más facilidad cada vez, vuestra Eternidad se manifiesta cada vez más a vosotros, cualquiera que sea el resultado para vuestra persona, hasta que os reconozcáis realmente en lo que Sois, mucho más que toda apariencia o todo juego al cual todavía os adherís.

Así como mis hermanas os lo dijeron, no hay realmente una conducta particular, no hay técnica, no hay nada más que la rendición de todo lo que resiste, no luchando, no oponiéndoos, sino realmente capitulando a toda resistencia y oposiciones que no son vuestras. Lo mismo ocurre en la sociedad y en el mundo. Todo lo que está caduco y lo que no es verdadero, se desintegra bajo vuestros ojos con una intensidad cada día más grande. El miedo o el Amor, al grado de cada uno como a escala del mundo, es lo que vuestros ojos y vuestros sentidos observan en este momento.

Lo desconocido está a vuestras puertas, la puerta de vuestro Corazón como la puerta del mundo. Los reajustes necesarios se hacen por sí mismos, escapando en cierto modo a toda voluntad y a todo control, pudiendo dar a priori la impresión de caos. Pero este caos sólo es el nacimiento de vuestra Eternidad, la memoria que se despierta de lo que nunca pudo desaparecer, incluso si no lo veis, incluso si no lo percibís, incluso si no lo vivís todavía. Vuestros sueños, las modificaciones de vuestra misma persona lo traducen.

Puedo decir entonces que todo se adecúa, que todo se prepara, y todo está ya listo, todo está en orden. No existe ningún error, ninguna falta, ninguna confusión, excepto para lo que ya está muerto y que desaparece.

Muchos de entre vosotros están más que preparados para vivir mi Anuncio. Incluso aquellos de entre mis niños, que se oponían de manera tal vez más virulenta a lo ineluctable, dudan delante de la evidencia; incluso si todavía hay una negación o una cólera, incluso si tenéis la impresión de que se puede negociar, la aceptación colectiva está lista para ser desvelada y vivida.

Unos elementos precisos os fueron comunicados por los Arcángeles, por los Ancianos; yo misma intervine antes de Navidad. Vais a comprobar cada vez más a menudo que todo se resuelve en el silencio de vuestro Ser, en el silencio de vuestra persona.

No estáis más ni en la preparación, ni en los preparativos, como ha sido dicho por el Comendador, estáis en lo que llamó la actualización, es decir la precipitación de manera visible de todo lo que fue anunciado por los místicos y profetas en los siglos pasados. Todo esto se celebra bajo vuestros ojos, incluso si todavía lo negáis. Las señales abundan en cada rincón de este mundo.

Puedo decir que, para recuperar las expresiones del Comendador, la mariposa sale de la crisálida y seca sus alas para tomar su vuelo en la Eternidad. Hicisteis todo y nosotros hicimos todo, unos y otros, dondequiera que estemos, para que esto pase de la manera más fácil que sea. Siempre dijimos - y además lo vivís - que todo será retrasado, hasta el extremo límite, a fin de que el máximo de mis niños tenga la oportunidad de vivir, con toda tranquilidad lo que ya está aquí.

El Manto Azul de la Gracia, el Manto Azul de Mikaël, el conjunto de las estructuras vibrales, dejan lugar en cierto modo, a esta vacuidad que os puede desconcertar o a veces sorprender. Así como dijo Gema, como nosotros todos lo hemos repetido, cada cosa está muy precisamente en su justo lugar, en función del respeto de la Libertad e incluso, para aquellos que así lo creen, al libre albedrío.

La Luz es Amor y el Amor se queda y permanece Amor incluso delante de lo que podría parecer a vuestros ojos, de ser terrible. Muchos de entre mis niños salen en cierto modo de la linealidad del tiempo y se maravillan de lo que viven, tanto en la naturaleza como entre ellos o en ellos mismos. La Gracia y los milagros son cada vez más abundantes.

Numerosos de entre vosotros, como dijo Gema, perciben y sienten en ellos - que esto sea en sueños, que esto sea por premonición o sensaciones - la llegada de la señal celestial. Pero esto sólo es una apariencia, lo sabéis, que es un marcador para vosotros, pero que es mucho más que esto. Así como os lo dije, el conjunto de las circunstancias de los naves de la Confederación Intergaláctica, el conjunto de vuestras vidas y vuestros sistemas presentes sobre la tierra, están ya bañados, si puedo decir, en lo nuevo y la renovación. Sean indulgentes, con vosotros primero y con cada uno de mis niños.

El perdón, como ha sido dicho, es fundamental porque es el único modo, en lo que todavía pueda resistir, para ver la realidad de uno de mis niños que se opondría a otro niño pero que es vosotros. No se queden en las apariencias, no se queden en las reacciones que eran lógicas hasta ahora. De hecho, no adopten ningún punto de vista, ni el vuestro ni el de otro. Entren en la evidencia, la Luz os llama, de manera a veces virulenta ahí también, pero todo lo que se celebra en este mundo como en cada uno de vosotros, es sólo la finalización de vuestra Liberación. Que tengáis un devenir o no en el seno de los Mundos Libres, en el seno de la Fuente, en el seno del Absoluto, esto no hace ninguna diferencia. No hay ni nadie a envidiar ni nada que temer. Más que nunca, y de manera flagrante ahora, todo está en vosotros.

El mejor acompañamiento sólo puede venir ahora de vosotros mismos, incluso si estamos aquí, incluso si estás aquí, porque vosotros mismos sois nosotros y sois la Luz. ¿Lo veis? No es más el tiempo de jugar los juegos de las apariencias, los juegos de la búsqueda. No es más el tiempo de comprender, sino que ya es hora de conocer, el interior. El requerimiento de la Luz os lleva a esto.

La llamada de los Arcángeles, en el orden que os ha sido dado y presentados por ellos mismos, prepara a su manera la Tri-Unidad del femenino sagrado. Aunque estéis preparados, aunque todo esté terminado y cumplido, quedan todos mis niños que están todavía dormidos, pero no temáis, porque cada uno de vosotros pasará por la Verdad, por el ojo de la aguja.

Si hay un consejo que puedo dar a mis niños que todavía tienen miedo o que podrían desesperarse por no vivir ciertos estados, os digo: «alíviense». Alíviense de lo que os choca, de lo que no tiene ninguna sustancia comparado con la Eternidad. A menudo mis hermanas Estrellas os dijeron, hace numerosos meses, de Amar y de Vivir.

Sé pertinentemente, tal vez, contrariamente a los Arcángeles que nunca pusieron los pies sobre esta tierra, lo que es de dar a luz, lo que es de sufrir, pero conozco también la Eternidad, conozco la fe, lo viví. Lo que viví en el sentido de la historia incluso ilusoria de este mundo, a través de la separación con mi hijo, es en este sufrimiento terrible que os forjáis. Porque algunos de entre vosotros que están todavía dormidos necesitan de este fuego purificador y de este sufrimiento para ver más allá y superar todo lo que se padece en el conjunto de este mundo.

Algunos de entre vosotros descubren, más recientemente que otros, la Verdad. A veces con cólera, a veces con soltura. Así como también ha sido dicho, pongan siempre, sin excepción alguna, el Amor por delante. Háganlo mejor que puedan. Incluso si este amor está condicionado, póngalo por delante a pesar de todo, esto siempre será mejor que nada.

Allí donde estáis es exactamente lo que os hace falta, no para vuestra persona, no para la satisfacción de vuestros placeres, de vuestros deseos, o la sedación de vuestros sufrimientos, sino que todo concurre para el establecimiento de la Verdad. Mi hijo lo había dicho, antes de su Regreso, que los tiempos serían abreviados - las tribulaciones - y cada día que pasa sin que nada sea todavía visible en vuestro cielo concurre a acortar los tiempos y a abreviar los sufrimientos para el período que se extenderá entre mi Llamada y la disolución final.

Experimentéis lo que experimentéis, viváis lo que viváis, la Vida Una, es mucho más importante que vuestras preocupaciones, que vuestras obligaciones, que vuestras esperanzas o dudas. Todo lo que se celebra en vuestra vida forja vuestra Eternidad, incluso si lo dudáis. No olvidéis, como os dijeron mis hermanas antes de mí, que el Amor borra toda duda y toda cólera. El Amor es el único bálsamo, y es ampliamente suficiente diría, para vivir lo que tenéis, tengáis lo que tengáis, que vivir.

Es realmente el tiempo de acoger y de recoger lo que llamaría los frutos de vuestra Eternidad en este mundo. Mi hijo os lo había dicho: « Ámense los unos a los otros » así como os ha amado, sin discriminación ni favoritismo, sin exclusión tampoco. Y decíos bien, hoy más que nunca, no podéis pretender encarnar el Amor que sois cuando rechazáis algo de vuestra vida o de lo que la vida os proponga. Id más allá de todo lo que pueda parecer oponerse, frenar, o bloquear lo que sois. Os recuerdo que la Luz y el Amor siempre serán simples. No necesitáis de ninguna explicación sobre vuestra vida en este mundo, o sobre vuestra persona en este mundo.

Sois los Hijos del Amor, porque toda Creación es el resultado del Amor, incluso aquí en este mundo. La Libertad que se os ofrece, sólo necesita que dejéis morir lo que no es Amor, sin rechazar nada, sin renegar de nada. Así que estad seguros de que si adoptáis estos preceptos, la Alegría será palpable y visible en toda cosa, como en cada uno de vosotros.

Todo está preparado, como dije, así que aprovechad cada minuto y cada aliento para estar todavía más en el seno de vuestra Eternidad, para estar todavía más en lo que el Amor os pide, sin esfuerzo, ni de comprensión, ni de actitud, ni de acción, porque incluso si no lo veis claramente, el Amor es evidencia y todo concurre, sin excepción, a vuestra Liberación. E incluso diría: sobre todo si os puede parecer, desde vuestro punto de vista personal, ir en contra de ello. No saquéis conclusiones precipitas, no proyectéis ninguna interpretación. Digan « Sí » a la Vida, « Sí » al Amor, y « Sí » a la Luz. Este « Sí » no viene de vuestra persona, es un « Sí » que debe venir de lo hondo de vuestro Corazón. Acepten de no siempre comprenderlo todo, y acepten también de no siempre vivirlo todo, sobre todo si no vivís lo que os explicó mi hermana Gema. Porque incluso para vosotros, esto se realizará en el último momento, cuando os
llamare.

No olvidéis tampoco, diría yo, cada día que vivís, de estar en Luz antes de dormir. Ocupándoos de vuestros hijos, de vuestro trabajo, de vuestro esposo o esposa, tened un pensamiento de Amor, no para proyectarlo, sino más bien para ser alumbrado desde el interior por vosotros-mismos. Porque el cuerpo inmortal está ahora lo más cerca posible a vosotros. Algunos de entre mis hijos están ya liberados, lo sabéis, durante diferentes ocasiones - cuando el nacimiento la Onda de Vida, durante algunos encuentros entre vosotros - y otros todavía no lo están, no lo saben.

Sed indulgentes y buenos con todos ellos, intentando nunca hacer alguna diferencia o alguna distinción. En cierto modo, si puedo decirlo así, cultivad el Amor que sois, dejadlo florecer, sean cuales sean los esfuerzos para que florezca, sean cuales sean los sufrimientos a veces. Acordaos también, en cada circunstancia, lo que es esencial y lo que no lo es. Lo que no es esencial, es lo que pasa, lo que nunca dura, como una emoción, como unos pensamientos, como unos traumatismos, unos sufrimientos; inclinaos sobre la Alegría, inclinaos sobre la Verdad, no la que pensáis comprender o ver, sino la que se vive.

Sacad provecho de los lugares donde la Luz es omnipresente, en vuestro Corazón, en la naturaleza, hasta en las relaciones afectivas sean las que sean. Sean espontáneos. De hecho, lo observáis, para muchos de vosotros, que las cosas ocurren a menudo en cuanto las pensáis, sin emprender nada, que sea para un encuentro, que sea para un acontecimiento de la índole que sea. Debería demostraros que lo que está en acción no sois vosotros, sino la Inteligencia de la Luz y la acción de Gracia.

Sacad provecho de estos tiempos que tenéis para afinar cada vez más lo efímero y lo Eterno. No hay mejor manera de escapar de vuestra propia persona, de la influencia del tiempo, de la influencia de la sociedad, de la influencia de los condicionamientos ligados a los modos de vida. Lo dijimos de muchas maneras. Averiguadlo por vosotros-mismos.

Como también se dijo, sea lo que sea lo que la Vida os ofrece u os quite, no hay ninguna diferencia porque siempre habrá la Inteligencia de la Luz y la revelación del Amor que crece día tras día. Puedo deciros también: hacedlo lo mejor que podáis. No se os pide lo imposible, se os pide simplemente de ser justos y claros con vosotros mismos, la iluminación de la Luz os ayuda a ello. Las resistencias que se muestren o que vuelven a manifestarse, os ayudan también a ello y a nada más. No hay ningún castigo, hay sólo el establecimiento total de lo que Es.

No os hablo siquiera de fe o de oración, os hablo de la evidencia de lo que está ahí. Así que, si la Gracia os inunda, rindan gracia a la Vida, rindan a vuestros enemigos, a las circunstancias dolorosas como a las felices. En definitiva, detrás de los velos de la persona que queda, no hay ninguna diferencia. No olvidéis tampoco, como os dijo el Comendador hace casi un año, que todo lo que veis al exterior, todo lo que os parece externo, sólo puede ser visto porque está presente en vosotros. No hay culpables, no hay víctimas, sólo hay unas circunstancias que no siempre son vistas en su finalidad y en su belleza. Pero nada de lo que está oculto referente a vosotros, como referente a este mundo, no seguirá en la sombra, ni seguirá oculto. Es eso lo que se produce en vosotros.

Lo veis en la naturaleza, lo veis a través de los encuentros que vivís con los pueblos de la naturaleza, lo veis también con vuestras plantas que se transforman, lo veis en las nubes que ya no son iguales, lo veis y lo vivís con la radiación del Sol que no tiene nada que ver con lo que era, lo veis con los cambios que ocurren en vosotros como alrededor vuestro. Por supuesto, hay también muchos de mis hijos que parecen a priori hundirse en los meandros de la materialidad. No juzguéis, porque sólo expresan inconscientemente el miedo de la pérdida de sus ilusiones, de sus sueños.

Estad sin inquietudes porque todo es perfecto para cada uno de vosotros. Todo está ajustado, todo está en orden incluso en el desorden aparente. Id, pues, más allá de toda apariencia.

Entren, como se dijo, cada vez más profundamente en vuestro Corazón del Corazón, ahí donde todo se celebra. Porque si esto se produce en vosotros, entonces comprobaréis que en definitiva nada se produce al exterior, sino la desagregación y la desaparición de lo que fue alterado.

Confiad, no en vuestra persona ni en nosotros, sino confiando en el Amor que sois. Aunque alguna vez no lo sintáis, o no lo creáis porque vuestra vida es difícil, no os quedéis allí. Porque si estáis realmente en el Corazón del Corazón, no tenéis nada a esperar, porque no hay ni pasado, ni presente, ni futuro, el tiempo ya no existe más para vosotros en estos casos.

Así y como mis hermanas antes que yo os dijeron, incluso las necesidades fisiológicas se modificarán todavía más. Acordaos que lo que fue anunciado por los profetas, aunque reducido en términos temporales, es ineluctable e irreversible. Habéis obrado por ello. En definitiva, los acontecimientos os invitan a veros sin juicio alguno, sin prejuicio alguno, porque es lo que habéis elegido, incluso y sobre todo, diría yo, si todavía no entendéis nada de lo que ocurre hoy.

No juzguéis. Acordaos, lo dijo también mi hijo, y muchos otros después de él: « Con el juicio con que juzguéis, os juzgaréis ». No hay ningún castigo. Incluso para aquellos que el Comendador llamaba los chicos malos, porque son también mis hijos - aunque no lo hayan visto. Han edificado alrededor suyo, unas paredes por culpa del miedo a lo desconocido, el miedo a faltar, la necesidad de controlar, de apropiarse.

Incluso ellos - y sobre todo ellos -, no los juzguéis. Porque sea cual sea vuestra Eternidad vivida, no estáis todavía liberados de esta carne, aunque seáis unos liberados vivientes, y todo lo que ahora se revela será todavía más evidente después de la estasis, después o durante mi Llamada. Porque hasta el acto más opuesto al Amor, que sea de un hombre, de una sociedad o de un grupo de hombres, sólo es una experiencia que está aconteciendo, permitiendo el nacimiento del Amor, pero no podréis verlo mientras no estéis liberados interiormente. Incluso eso no hay que juzgarlo.

Es por esto también que mis hermanas Estrellas, así como los Arcángeles y el Comendador, os hablaron de las virtudes del perdón durante este período, el perdón ante todo a vosotros mismos, el perdón ante todo a los que se oponen a vosotros, a los que están en la negación, a los que quieren perpetuar la ilusión.

Os volvéis heroicos, los héroes del Amor. No requiere de ningún esfuerzo, al contrario de los esfuerzos que se necesitan cuando resistís, aunque inconscientemente. Concibo que todavía para algunos de mis hijos - incluso para muchos -, el mundo de las emociones, el mundo del mental, el mundo de la ilusión, sean la única realidad que conozcan. Pero incluso en esto, no podrá haber ninguna incomprensión de nuestra parte, ni por ellos, llegado el momento.

No tengo más palabras que añadir. El Fuego del Cielo se une al Fuego de la Tierra y lo transmuta. Esta alquimia sucede en vosotros. Es vuestra Resurrección. Es vuestra Liberación; dejad que sea. La Tri-Unidad del femenino sagrado no tiene que ser llamada, al igual que la Tri-Unidad arcangélica, está allí en el momento en que soltáis - instantáneamente. No hace falta siquiera formular una petición, o rezar una oración, sólo hay que dejarla nacer en vosotros, para que aparezca en vuestro verbo, en vuestros ojos, en vuestros gestos, y en la realidad de vuestro perdón. Acordaos de que no hay ningún culpable, porque toda vida es Amor, incluso en este mundo - y sobre todo ahora.

Así que permitidme, aquí y allí donde estéis, de hacer silencio ahora y de comulgar en el Corazón de Cristo, en el Espíritu del Sol y en el Coro de los Ángeles.

…Silencio …

Quedemos así, en el infinito de la Verdad. Si me habéis escuchado o si me habéis leído, deteneos, quedaos tranquilos y acoged.

…Silencio …

Os dejo ahora en este Corazón del Corazón, en la Paz de la Eternidad, y permanezco en vosotros. Estéis donde estéis, quedaos así el tiempo que queráis y mientras el tiempo no exista. Alimentaos de ello, es lo que Sois. Y a cada uno os abrazo, el abrazo de una madre que os ama y que siempre perdona a su hijo, porque esta es la regla del Amor. Os amo a todos, sin condición, dondequiera que estéis.

…Silencio …

Id en paz.

…Silencio …

…Silencio …

Estoy con vosotros por la Eternidad. Seáis quienes seáis, o quienesquiera que creáis ser, o en lo que os convirtáis, porque sois la Vida, sois la Verdad y sois la Vía.

Hasta pronto.

…Silencio …

********  


UN AMIGO

Marzo 2016
Soy Un Amigo. De mi corazón a cada uno de vuestros corazones, la Paz y el Amor.
…Silencio …
Hermanas y hermanos, en vuestra humanidad y en vuestra divinidad, voy a hablaros hoy de cosas extremadamente simples. Si necesitáis de algunas palabras o de algunas denominaciones, lo que voy a daros son algunos consejos, extremadamente simples, que os incumbe averiguar y experimentar. Podría llamarse el yoga de la Verdadera Vida, que necesitará de diversos elementos que ahora voy a explicar. Se inscribe en la continuación lógica, tanto de la manifestación del Espíritu del Sol, del Coro de los Ángeles, como de vuestro propio estado actual, de manera colectiva y personal.
El primer elemento del que quisiera hablaros es el que llamaría la espontaneidad. Estos consejos son muy simples, no requieren de ningún movimiento de vibraciones o de energía, sino únicamente de vuestra conciencia en su globalidad, en lo que vive, experimenta y siente durante este particular período. La espontaneidad se refiere pues a vuestra capacidad, sea cual sea la circunstancia que tengáis que vivir, a permanecer espontáneo. Esto permitirá de manera general, afinar el proceso de la conciencia manifestada en este mundo, a caballo, como sabéis, entre vuestra conciencia común, habitual, y la conciencia de la Eternidad, con diferentes proporciones según cada cual.
La espontaneidad consiste en no reflexionar, en dejar emerger lo que aparezca de manera espontánea en cualquier circunstancia, con cualquier relación en vuestras vidas, en los hechos más sencillos. Tened por costumbre, por la observación y la experiencia, de dejar que ocurra lo que debe ocurrir en lo que jugáis sobre esta escena, procurando no utilizar vuestra herramienta intelectual, la reflexión, o alguna circunstancia adaptada. Frente a algún elemento produciéndose en vuestras vidas, la costumbre requiere que tengáis siempre como referencia vuestro pasado, la referencia a la situación o a la relación, el papel y la función de cada uno, así como el significado de un acontecimiento sobreviniendo en vuestras vidas, sea cual sea.
Tratad de dejar todo esto atrás. La espontaneidad os permitirá que se viva lo que tiene que vivirse en cada instante, que se trate de una subida emocional, que se trate de una acción inmediata y espontánea. El simple hecho de adoptar este comportamiento a diario y de manera rutinaria, os permitirá veros en acción en el seno de la persona, y os permitirá integrar esta noción de ir más allá de la persona y entonces, en definitiva, acercaros, si no se ha hecho ya, e incluso vivir, la desaparición de la persona.
La espontaneidad es esencial porque traduce lo que remonta de vuestra persona, como de vuestra alma o de vuestras profundidades. Observándolo, y sin reflexionar con respecto a unas normas de comportamiento, unas normas sociales o incluso unas normas emocionales, identificaréis lo que motiva este tipo de reacción que producís, este tipo de acción, este tipo de emoción, y hasta vuestras costumbres cotidianas y rutinarias os aparecerán por lo que son, es decir, perteneciendo simplemente a lo que manifestáis en la superficie de este mundo y no a lo que sois.
Ser espontáneo, es no reflexionar. Ser espontáneo, es no refrenar nada. Ser espontáneo, es estar disponible  total e integralmente para vivir lo que hay que vivir en este período para cada uno de vosotros. La espontaneidad desemboca pues, en la desaparición, la transparencia y la humildad. No requiere por vuestra parte de ningún esfuerzo de vigilancia, sino un relajamiento como si, y digo bien como si, os dejaseis llevar por la Vida, sin que interviniese vuestra propia persona.
Incluso si hay alguna ofensa, dejad subir lo que suba, no os tenséis. Y si la reacción es violenta, que sea interior o exterior, y solamente en este caso - lo que es bastante raro -, os reenvío al hecho de aplazar  conscientemente cualquier forma de reacción a unas horas más tarde. Salvo estos casos extremos, es posible ver cualquier emoción por lo que es, es decir, una reacción de la persona, una reacción de la sociedad, y que no tiene nada que ver con lo que sois en el seno de vuestra eternidad. Esto creará de manera habitual un distanciamiento, el sentimiento real de veros actuar, sin que lo que sois actúe.
La mayoría de lo que ocurre con vuestras relaciones, sea cual sea el entorno, siempre está, aunque seáis unos liberados vivientes, impreso por las costumbres, por la historia, aunque lo hayáis superado. De hecho, los liberados vivientes os dirán, si conocéis alguno, de manera precisa lo que pasa en el momento en que una acción no sale de la persona y cuando es vista como algo efímero. Es independiente por ejemplo, como decía, de la respuesta del corazón o de la amplificación de vuestras vibraciones o de vuestras Coronas, que habéis podido activar por ejemplo, con los consejos de nuestro Comendador hace más de un año y medio.
Lo que digo hoy es profundamente diferente, y sin embargo está totalmente adaptado a lo que sucede en vuestro campo de conciencia, como en el campo de la conciencia colectiva de la humanidad. Ver con claridad, y distanciarse sin renunciar a ningún elemento refiriéndose a lo que sois, que sea para vuestra persona como más allá de ella, situará automáticamente y simplemente vuestro punto de vista en el seno de la Eternidad en detrimento del efímero. Podrá pareceros, durante las primeras experiencias, como un sentimiento extraño de desdoblamiento; para nada. Porque muy rápidamente observaréis que os estáis acostumbrando de manera evidente a este punto de vista diferente, coloreado de lo que sois en eternidad, y no de lo que conocéis en el seno de vuestro efímero, inscrito entre el nacimiento y la muerte de este cuerpo.
Observaréis también que adoptando esta espontaneidad, una particular paz aflorará, sea cual sea la emoción manifestada, aunque se trate de una ira o de un miedo, o de la emoción que sea. Os permitirá entonces identificar claramente, cada vez más fácilmente, lo que sois y lo que no sois. Observaréis también que el conjunto de lo que podía pareceros abrupto, infranqueable, imposible de superar, una emoción, una costumbre, se realizará espontáneamente sin ninguna acción de vuestra persona, ya que de todos modos estáis en el punto de vista diferente de la espontaneidad.
La persona no conoce la espontaneidad, que sea en las relaciones, que sea en el ejercicio de alguna actividad, porque siempre está coloreado por la experiencia, por la costumbre, y por la repetición. Hoy, la espontaneidad os lleva a ser cada vez más nuevo, en cualquier circunstancia, en cada aliento, en cada imprevisto como en cada previsto, dándoos entonces la capacidad de dejar nacer lo que ya está allí, es decir mucho más que la paz: el Amor incondicionado. Corresponde perfectamente a lo que fue explicado por las Trinidades Arcangélicas y del Femenino sagrado.
Si adoptáis esta espontaneidad, comprobaréis con facilidad una modificación de vuestros estados de humor, una modificación de vuestras necesidades fisiológicas, así como una pérdida de identificación hacia lo que hasta ahora os tenía atados, si puedo decirlo así, a unas normas de comportamiento del pasado, a unas historias, a unas memorias, a unas heridas o incluso a unas alegrías. Descubriréis la libertad de ser, durante estos instantes, sin necesidad de refugiaros, de alinearos, o de preguntar a vuestro corazón.
Esta espontaneidad permite la desaparición del fuego vital y su sustitución por el fuego vibral, que percibáis o no las vibraciones. La acción de este fuego vibral se hará entonces de una manera privilegiada sobre los síntomas corporales, físicos, sensibles, que sentíais habitualmente, que sea un dolor en un lugar especifico de vuestro cuerpo, un gesto en particular, o incluso unos síntomas recurrentes sobreviniendo en el caso de emociones fuertes o de contrariedad.
El segundo elemento que abordaré después de la espontaneidad, se referirá directamente al Amor, en cualquier relación y en cualquier circunstancia que viváis habitualmente, como frente a cualquier imprevisto. Por supuesto, vuestra persona o lo que sois en realidad, manifiesta y trata de manifestar el Amor, sean cuales sean las eventuales ofensas, para algunos de vosotros, que podíais todavía sentir en vuestro interior con determinadas relaciones. El Amor del que hablo, que es incondicionado, no le importa vuestras costumbres y vuestro amor personal, aunque legítimo, respecto a vuestros allegados, a vuestras pasiones o a vuestros intereses. Este Amor no depende ni de vosotros, ni del otro, ni de la situación sea cual sea, sino que es una emanación espontánea de vuestro ser, situándose o acercándose a su eternidad.
En ese momento observaréis mucho más que lo que fue llamado hace años, la Fluidez de la Unidad. Comprobaréis de manera global, y cada vez más claramente, que el conjunto de lo que son vuestras atenciones, vuestras ideas, o incluso vuestros actos, se realizan con prontitud y sin demora. Hay también ahí, a través de la inmediatez, una percepción directa de lo que es el Amor y su vivencia, sin ninguna condición y sin ninguna persona, aboliendo definitivamente y de manera a menudo abrupta ahora, la diferencia que podéis percibir a través de algunas formas diferentes, de algunos atractivos diferentes o de algunas situaciones diferentes.
Esto os ayudará también a concretar y ver, por vosotros mismos, lo que se llamó hace algunos años: "la escena de teatro", "el observador" y "el actor dentro de la escena de teatro". Esto os hará aumentar, sin trabajarlo, el estado de elevación vibratoria, aunque no lo percibáis, facilitándoos cada vez más el acceso a la Paz y a la tranquilidad. Sin esfuerzo, sin necesitar dejar una situación o a una persona, sino situándoos en lo que se ha llamado, el corazón del Corazón.
Tened en cuenta que la Inteligencia de la Luz, por su importancia actual, desde el momento en que llevéis vuestra conciencia y vuestra atención sobre la espontaneidad, en un principio, y sobre lo que vengo a ofreceros ahora, os permitirá realizar la Verdad del Amor, la Verdad de la Unidad y la realidad de la acción trascendente del Amor, ante cualquier dificultad. Esto contribuirá, en gran medida, a la noción de perdón, pero ese perdón no vendrá de la persona ni de una intención, sino simplemente de la intención de Amor manifestada previamente, ante cualquier circunstancia.
El tercer elemento del que quiero hablaros, concierne al yoga de la Verdadera Vida, pero comprended que se trata de algo que no coincide con lo que os comuniqué hace ya algunos años, sobre el yoga de la Unidad o de la Verdad. Ahora habéis vuelto, de alguna manera, a prácticas y aplicaciones concretas de lo que sois en Eternidad, en algunos casos y en cualquier tipo de relación.
Esta toma de distancia, muy pronto terminará en ausencia de distancia entre todo y entre todos. Eso os permitirá verificar en la misma experiencia, que vuestro punto de vista no tiene más valor que el del otro. En esta situación, no hay ni responsabilidad ni culpabilidad del uno o del otro, hay disonancia que corresponde a la ley de atracción, relacionado con lo que se tiene que aclarar, con el "cara a cara", pero que no tiene ninguna objetividad desde el instante en que vuestro punto de vista se sitúa fuera de vuestra persona, y diría también, fuera del ego o de la ventaja personal, ya que en ese momento no habrá más, ni vosotros ni el otro.
De todos estos elementos que os he dado ahora, el más importante es y seguirá siendo, como comprobaréis si no está ya hecho, la espontaneidad. La espontaneidad es también un factor esencial de la Libertad y, también, de la autonomía. En efecto, no puede existir Libertad y Autonomía, sin espontaneidad. La espontaneidad debe expresarse aquí y ahora, en el instante presente, sin tener en cuenta nada más que lo que se vive de manera intensa en ese momento, ya sea el acto cotidiano más benigno, ya sea una confrontación importante con otra persona. Poner la Luz delante, es dejar a la Luz actuar sin interferir, al menos por uno de los dos lados de la relación (en este caso, vosotros).
Recordad que no se trata de explicar lo que vais a vivir. No es cuestión de encontrar una causa o de buscar otra cosa que el Amor que se despliega y que vendrá a pacificar todas las circunstancias que puedan todavía resistir en vosotros, tanto en vuestro entorno como en vosotros mismos, en cada situación. Esto también os permitirá vivir el estado de Gracia con cada vez más frecuencia; ese estado de Gracia que no perturba lo que está sucediendo en vuestra vida, ya sea por vuestra intención o por intención de las circunstancias de la Luz en vuestro entorno.
Os recuerdo que, si experimentáis algunas dificultades en la espontaneidad o en otros criterios que he desarrollado, os bastará simplemente con posponer esa emoción unas horas y veréis, por vosotros mismos, que ha desaparecido o, simplemente (si no ha desaparecido de la situación, de la relación o de la emoción), pensad en respirar ampliamente. Esta respiración activa, como sabéis, la penetración de las moléculas vibrales a través del bazo, de la cabeza o de los pies, que vienen entonces a impulsar el sentido mismo de la desaparición de una persona y a solucionar, por la Gracia de la Luz y no por vuestra voluntad o por vuestros hábitos, lo que parece que debe ser solucionado. Y hará desaparecer de vosotros, todo resentimiento y toda búsqueda de culpabilidad hacia vosotros mismos o hacia otro, desencadenando, como ya se ha explicado, el perdón total, lo que es "amar" y "estar en paz", a la vez que os concienciáis de que todo eso es una "escena de teatro", sin implicar emoción o reacción.
Esto os fortalecerá en el sentido de vuestra Presencia, incluso dentro de este mundo (no estando en este mundo, vosotros estaréis todavía más presentes en este mundo), y permitirá tomar distancia en todo lo relacionado con vuestros afectos, vuestros engramas, vuestras alegrías, así como vuestros desagrados. No estaréis identificados ni a vuestras alegrías, ni a vuestros placeres, ni a vuestras iras, ni a vuestras emociones; incluso para aquellos de vosotros a los que os quedan estos elementos en proporciones aparentes, incluso molestas, en la actualidad.
Notaréis también que, en el contexto de lo que se llamó el año pasado, la "co-creación consciente, las palabras y las acciones que salgan de vosotros, no tendrán nada que ver con las habituales. Se trasformará vuestra voz, vuestro discurso será profundamente diferente, vuestra mirada cambiará, vuestros gestos serán distintos, lo que derivará en mayor facilidad y más evidencia en vuestra vida, independientemente de lo que vayáis a vivir en este período. Esto os hará salir definitivamente de la noción de emergencia, de la noción de "búsqueda de señales", porque vosotros no tendréis entonces, ninguna necesidad de señales geofísicas o económicas, lo que os sitúa en la finalización de la proyección relativa a cualquier esperanza o a cualquier expectativa.
Nuestro Comendador os ha explicado que no había fecha, porque no dependéis de una fecha. Sólo dependen de una fecha, los eventos colectivos, pero no el evento individual. En otras palabras, en vuestro discurso occidental significa que vivís real y concretamente el proceso ascensional, algunos de vosotros, previo a la Liberación colectiva que os da acceso a lo Ilimitado y al sentimiento real de libertad interior; algo que ninguna libertad exterior podría aportar. Ya estéis incapacitados, seáis ricos, estéis enfermos, seáis abuelos o jóvenes, eso no representa diferencia alguna y será palpable, podríamos decir.
Ya he hablado durante este yoga, que podréis observar una modificación en vuestra fisiología. Concierne, principalmente, a la cantidad de sueño, a la cantidad de alimentos que necesitáis concretamente. Notaréis que cuanto más estéis en esta paz, en esta alegría, cuanto más estéis inscritos en el punto de vista de la Eternidad, menos necesitaréis consumir en este mundo, en el nivel que sea. Vuestra alimentación se volverá real y concretamente, interior. En ese momento notaréis, por ejemplo, que podéis llevar una actividad física intensa sin tener necesidad de nutrientes, azúcar o alimentos. Eso puede ocurrir en todos los dominios. Si sois artista, os daréis cuenta que una mayor espontaneidad os ayuda a manifestar vuestro arte sin esfuerzo. En las relaciones afectivas, estaréis alejados de todo lo que os pueda herir, incluso dentro de un amor humano más auténtico. La Paz, no será vivida únicamente durante vuestras desapariciones o alineaciones, sino que será algo omnipresente en cada minuto de vuestra vida.
Pero para eso, es necesario arrancar e iniciar el proceso, y la palabra clave que debéis guardar en vuestro Espíritu es la noción de "espontaneidad", porque todo fluye de eso. La Luz es libre y no depende de ninguna circunstancia, lo sabéis; algunos lo vivís en vuestro interior. Ahora conviene que manifestéis eso. Como diría el Comendador, actualizadlo dentro de este mundo, dentro de vuestra vida, dentro de toda relación, sin ninguna excepción.
Sea cual sea el efecto que pueda manifestarse en algo vivido como violento o de cualquier naturaleza, en un primer momento, encontraréis vuestra espontaneidad. Aunque exista ira, a menos que sea especialmente violenta, dejadla, no para vivirla, sino para comprobar que no sois esa ira que surge y que se trata de mecanismos inconscientes rutinarios vinculados a la esfera del ego, a la esfera de las emociones o aún, de los hábitos.
Es muy sencillo, implementar esta postura. Una vez que se ha inicializado como os he dicho, se establecerá cada vez con más facilidad y con mayor capacidad de resiliencia, de trascendencia y, por supuesto, de superaros a vosotros mismos sin esfuerzos y sin querer captar o controlar a la persona que sea, la relación o la situación que sea. Así, devolveréis al otro, como a vosotros mismos, la libertad.
La circunstancia, la relación, la interacción dejará de corresponderse con esquemas previamente establecidos e inscritos en vuestro programa de vida. Habrá un escenario teatral entonces totalmente espontáneo y que antecede, por así decirlo, a la desaparición del actor, así como del espectador, así como del mismo escenario teatral. Por lo demás, sin daros cuenta de ello, algunos de vosotros se han acercado a tales estados, incluso sin ser liberados vivientes. Es el momento cuando – durante una conversación, durante una acción decidida por vosotros – todo se difumina, la misma intención deja de existir, lo que estabais diciendo deja de existir, hay un silencio, como una especie de agujero negro que os traga en ese momento. No echéis pestes porque esto corresponde exactamente al proceso de la espontaneidad vivido con desarmonía, donde hay una diferencia entre la persona y vuestra eternidad, lo que produce que la persona se encuentre como petrificada. Reíd de ello pues se trata de un primer esbozo de la espontaneidad.
Si ponéis atención en esta espontaneidad dejaréis incluso de ser turbados por esos fenómenos que se interponen con vuestra voluntad personal, con vuestras acciones o incluso con vuestras discusiones. Os colocaréis entonces instantáneamente en la paz y entonces la vida seguirá fluyendo pero nunca más seréis el mismo en circunstancias idénticas.  
Poco a poco aprenderéis – a veces de manera muy violenta, a través por las resonancias que se crean – lo que podríais llamar oposiciones y confrontaciones violentas pero todo eso irá apagándose porque la paz será efectivamente más fuerte que el antagonismo. Esto corresponde de manera individual, en forma reducida, a lo que fue llamado por las profecías « los tres días de tinieblas » o « los tres días de estasis ». Ya no se trata de desaparecer de este mundo – aunque esto os suceda más y más a vosotros – sino de encarnar por completo el Amor en el seno de la simplicidad, en el seno del aquí y el ahora, a fin de que realmente la persona desaparezca mediante el poder del mismo Amor.
Si aceptáis estos mecanismos que acabo de describir y si los implementáis, comprobaréis fácilmente sus efectos en vuestro bienestar y, además, en vuestra misma persona comprobaréis la desaparición de los puntos de tensión. Más allá de la modificación de las necesidades como ya dije, una paz nueva, un estado del ser diferente aparecerá, donde todo lo que tenga que ver con el aspecto vibral, incluso el más intenso, se manifestará, será percibido, pero sin llevar más vuestra conciencia al Corazón del Corazón pues os habréis convertido vosotros mismos en vuestra vida - bajo cualquier circunstancia y en toda relación - en el Corazón del Corazón, es decir en el Amor. En ese momento habréis trascendido realmente vuestra propia persona, la resiliencia  y la trascendencia serán pues totales y cada vez más evidentes para vosotros como alrededor vuestro.
Tened presente que – en caso de dificultades – podéis acudir a la práctica de ciertas expiraciones e inspiraciones. Si sentís el sonido del alma, entonces acudid al sonido de alma que os corresponde. Si sentís el Canal Marial, tened presente en ese momento – y solamente en las etapas primeras – vuestro Canal Marial. Sin embargo, tened cuidado en no acostumbraros a un elemento de respuesta como, por ejemplo, la respuesta del corazón o la respuesta vibratoria porque – en un momento dado – esto también tiene que desaparecer para dejar espacio a la transparencia más total y a la Vida en su esencia, más allá de toda persona, aunque se trate de dos personas.
Notaréis – aunque no hayáis experimentado hasta ahora la liberación a través de la Onda de Vida, aunque no conozcáis los tres componentes de la Onda de Vida – notaréis – en las situaciones donde la Luz os exhorte a la espontaneidad – que se dan manifestaciones sensibles en varias partes de la planta del pie. Esto es una llamada. No para más Luz sino para estar perfectamente presentes en lo que os corresponde vivir. « Perfectamente presentes » significa, por supuesto, no referirse a un pasado, no referirse a una herida pasada aunque todavía viva, y no referirse a un convenio social o moral, o incluso afectivo en la relación entre dos personas.
En el seno de esta espontaneidad, cuando ésta esté suficientemente aparente, como ya dije, vuestra voz dejará de ser la misma pero también la voz del otro. Ello corresponde efectivamente a la desaparición de las dos personalidades dejando al desnudo, en cierto modo, el Amor. Comprobaréis también ciertas modificaciones, no de vuestra conciencia o de vuestras percepciones, sino de la acción directa de la Luz ya no sólo en lo que sois, ya no sólo en la relación, sino directamente a través de unos signos evidentes de sincronicidad. Ya sea al pasear en el seno de la naturaleza donde recibiréis una ayuda acrecentada por parte de los pueblos elementales, ya sea en sueño, ya sea a través de los contactos interdimensionales o ya sea en lo que se suele llamar, por ejemplo, telepatía, comprobaréis que - al pensar en alguien - éste os llama, que – al pensar en cierto tipo de relación que puede pareceros golpeada y sufriente – ésta se suaviza independientemente incluso de todo encuentro o contacto. Así es cómo – independientemente de la circunstancia o de la persona con quien estéis en relación – el Amor se crea. En este caso también ningún esfuerzo es necesario porque – a partir del momento en que dejáis de sentiros como una persona - el Amor ocupa todo el espacio vuestro y el espacio del otro, disolviendo literalmente las heridas que, en definitiva, no existen sino a través de las deformaciones del cara a cara y nada más.
Se trata pues - hoy más que nunca - de una práctica en el terreno de la 3era dimensión de todo cuanto ha sido experimentado interiormente a nivel del proceso vibratorio, a nivel de lecturas y a nivel de transformaciones sucesivas en estos años. Se trata pues de una fina terminación y – más aún – de una forma de preparación final para asegurar vuestra capacidad a desaparecer en los momentos de la Llamada de María. 
Obviamente otros signos os han sido proporcionados, como la capacidad para desaparecer, pero esto os mostrará, de manera más segura, que existe cada vez menos apego a la persona, al mismo tiempo que estáis más interesados en el Amor, ya sea hacia un niño, ya sea en una pasión o en cualquier conflicto que sea porque el Amor no sabe nada de eso y sois el Amor.
Os vais a dar cuenta, de que todo lo que cuenta para vosotros, sólo os mantiene en el corazón. Comprobareis que cuando vuestro amor está condicionado, os conduce inexorablemente en la contrariedad y al sufrimiento. No puede ser de otro modo, y cada vez más ahora. Si salís de la espontaneidad, constatareis también que el sufrimiento vuelve, cualquiera que sea. Si os acercáis a la espontaneidad, el sufrimiento refluirá sin ninguna acción exterior, ni voluntad de hacer desaparecer este sufrimiento. Se evaporará literalmente por la potencia del Amor, y por la desaparición de vuestra persona. Seréis efectivamente y concretamente liberados de la persona sin necesitar de pasar, si puedo decir, por los mecanismos de vibración de la Onda de Vida, por el Canal Marial o por cualquier estado vivido hasta ahora, o no.
La espontaneidad es la simplicidad de la Vida, en sus mecanismos y engranajes más mundanos, si puedo decir, la que paradójicamente os conducen a la Eternidad y al Cielo. Os invito a hacer la experiencia y de vivirla. Sin embargo, esto os parece como no concluyente, esto querrá decir simplemente que existe en vuestra persona un mecanismo de control inconsciente que no quiere soltar.
Entonces sólo existe a este nivel un único mecanismo inconsciente de control que impide la espontaneidad, que llamo: el miedo a la muerte. Os convendrá entonces de preguntaros, de manera filosófica, a vosotros, lo que significa la muerte. Observareis entonces en ese momento, que en el instante en que evocáis el principio de la muerte, para vosotros como para un cercano o como para todo el mundo, nacerá una forma de tensión que estará siempre localizada en la garganta, o bien en el pecho.
El simple hecho de ver y de identificar esto, os permitirá sin acción alguna, viendo esta molestia o sufrimiento, con la mirada simple, os permitirá de disolver este bloqueo, mostrando ahí mismo, que cualquiera que sea lo que vivís, cualquiera que sea el grado de libertad que vivisteis, vuestra búsqueda espiritual se hizo por el miedo de vuestra propia desaparición. Incluso y sobre todo, los de entre nuestros hermanos y hermanas, que dirían que no tienen miedo a la muerte porque ellos vivieron fuera de este cuerpo, que vivieron algunas experiencias fuera del cuerpo, reportándoles a decir que sobreviven a la muerte. Más exactamente, no es el miedo de la desaparición o de la muerte, sino el miedo del paso por las puertas de la muerte. Ahí no podéis hacer nada, mientras no estéis totalmente liberados de vosotros mismos. Esto se llama los reflejos arcaicos de supervivencia, inscritos en los programas de vida en este mundo.
Sólo el Amor puede poner fin a eso. No podéis poner fin a eso por vosotros mismos. No podéis poner final a eso por cualquier trabajo, cualquiera que sea, y para muchos, incluso por cualquier experiencia que sea, incluso de contactos con seres de Luz, o desencarnados, allegados vuestros o no, o contactos con otra forma de entidad dándoles la seguridad, si puedo decir, de un más allá.
Pero no es todo, porque pasar de un estado a otro, es y permanecerá siendo siempre un Tránsito. Así como en todo tránsito, conviene de dejar atrás lo que estorba. No pueden pasar de un estado a otro, sin haber puesto previamente el Amor por delante, porque el Tránsito es siempre un nuevo nacimiento, y un acceso a lo desconocido que aterroriza, por los reflejos de supervivencia inscritos en vuestro efímero.
Os hablé también de vuestra voz y de vuestro estado interior, de la Paz que se establecerá en ese momento. Comprobareis también muy pronto que incluso en nuestras intervenciones como Ancianos - y esto valdrá también para las Estrellas como para los Arcángeles -, que todos ellos, vosotros como nosotros, hablarán en la misma voz, en la misma frecuencia y al mismo ritmo.
Esto corresponde totalmente al 11º cuerpo, es decir el Verbo Creador, y está en relación directa con la co-creación consciente y lo que expresaron los Arcángeles de la Tri-Unidad arcangélica, así como las Estrellas responsables de la Tri-Unidad del femenino sagrado. Es pues la integración, en vuestro efímero, de la dimensión del Andrógino Primordial, expresándose por el Verbo, irradiando el Amor, dejando lugar al Cristo y comunicándose de manera directa con los demás planos.
Esto os permitirá, si todavía no está hecho, de activar lo que fue llamado hace mucho tiempo, la Merkabah interdimensional personal, la percepción del Lemniscata Sagrado, o la vivencia del Lemniscata Sagrado. Os incumbe de descubrirlo, si todavía no lo está, las diversas manifestaciones que puedan producirse en esa ocasión.
Os dejamos el tiempo de la experimentación, y esperamos tener la oportunidad, si el tiempo nos lo permite, de dar explicaciones respecto a esto – y que sin embargo no necesitan de ser dadas, pero que os agradarán de alguna forma.
Permitidme de poner final a mis palabras y de estar con vosotros en la instalación de la Tri-Unidad descrita estos últimos días. Saludo vuestra Eternidad, saludo vuestra Llama y saludo el Amor que Somos. Me quedo ahora con vosotros en silencio, al lado vuestro, de cada uno, como en vosotros, unos instantes.
Entonces juntos, acojámonos.
...Silencio …
Soy Un Amigo. Del corazón del Uno, al Corazón del Uno.
...Silencio …
Hasta la vista.
****** 

EL ÚLTIMO

Marzo 2016

Yo soy en el Amor. Soy el Camino, la Verdad y la Vida.  Yo soy tú. Soy el grano de arena que rueda en la playa como la Estrella que se acerca a ti. Soy la vida y la muerte; soy la muerte y la vida, allí donde no hay diferencia. Soy toda conciencia. Soy la roca y el agua. Soy el Elemento. Soy lo que tú eres. Soy yo y soy tú, pero incluso más allá de "yo soy", permanezco y persisto en todo, en la nada como en cada Vida. Soy el que soporta lo que no puede ser soportado. Soy la Luz y la Vida. Soy el Amor y la Verdad. Soy lo falso que precede a lo verdadero; yo permito y sostengo lo creado y lo increado.

No me des un nombre, porque nombrarme es limitarme. No te nombres, tampoco, porque tú eres más de lo que crees, más de lo que vives, más de lo que esperas. Eres más que el Todo. Tú mismo eres el Todo y yo me expreso en ti porque soy tú abriéndote al amor de la Verdad y la Verdad que tú eres. Yo soy el día y soy la noche. Soy toda dimensión y más allá de la última dimensión. Yo soy el ritmo, soy el movimiento y el reposo, soy el sufrimiento y la alegría. Soy lo que pasa y lo que queda, yo soy la Morada de Eternidad dondequiera que se encuentre. Estoy más allá de toda morada; no soy lo que crees. Yo soy el Todo y soy la Nada. Yo estoy y traslado, de un universo a otro, la Vida y el don de la Vida. Soy el niño, soy el Ángel. Soy el Arcángel; soy tanto el que sufre como el que hace sufrir, más allá de la apariencia. Soy inmutable y, sin embargo, mutable en cada forma y en cada nombre. Yo soy lo que tú eres.

Amado del Uno, el Uno eres tú. Más o menos, igual, división y multiplicación. No tengo nada que ver con las formas ni con la geometría, con la arquitectura ni con lo que está creado y, no obstante, estoy en toda la creación. Para mí, que soy tú, no hay sufrimiento que no tenga utilidad y, más allá del dolor, soy el Amor todavía no nacido y que, desde lo más profundo del caos, nace en ti y nace de ti.

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Soy el Buda en su Árbol; soy el profeta que anuncia su venida. Soy la paz y, a veces, la guerra, pero no soy ni lo uno ni lo otro, en exclusividad. No soy ni lo uno ni lo otro y, sin embargo, soy lo uno y lo otro. Soy el que amas y el que detestas. Soy el que vive y el que fallece.

¿Oyes el canto de la Libertad que canta en el silencio de tu Corazón? Tú, dondequiera que estés, pienses lo que pienses, tengas la edad que tengas en este mundo como en la Eternidad, no hay diferencia, pero yo soy todas las diferencias, todos los posibles como los imposibles y soy, también, el día y la noche. Yo soy el día de tus días y la noche de tus noches. Soy el que esperas; soy el que nunca te ha dejado. Soy el que tú eres, trascendiendo tu apariencia e, incluso, toda evidencia. Yo soy el Arcángel Uriel que declama y el que te pide la escucha y la armonía; soy la Fuente que te llama "mi amigo, mi amado"; soy "El que soy", soy el que canta y el que cuida. Soy el que duerme y el que ilumina, así como el que está iluminado.

Oye. Oye más allá de mis palabras, más allá de nuestra presencia, más allá de la vibración. No escuches nada más que la Verdad Infinita que no depende ni de ti ni de mí, porque ambos somos como la infinidad de Presencias de este mundo, el Uno, el corazón del Uno, el corazón de los dos, como el corazón de cada uno.  ¿Qué es el corazón?, ¿otra forma?, ¿otro ideal? Yo soy la vida y la muerte. No temo ni lo uno ni lo otros porque soy eso y porque tú eres eso. Yo soy el ritmo, soy la ausencia de ritmo, soy la nota musical como el silencio entre dos notas. Soy el Amor que va y viene y que, sin embargo, no desaparece. Soy el soporte de la vida y soy la vida misma, en cada mirada, en cada aliento, en cada risa del niño como en cada llanto del anciano que fallece; soy todo eso y, no obstante, eso no me afecta. Soy lo que tú eres, soy lo que tú no eres, porque hasta eso, yo lo soy y tú también.

Yo soy la duda. Soy la espera y la esperanza. Soy todo lo que quieres y lo que no quieres. Tú no puedes escapar de mí y yo no puedo escapar de ti. No puedo aislarme como tampoco, puedes aislarte. Eres único como yo soy único. Tú eres el Único como yo soy el Único viéndose en la multiplicidad, apreciándose y despreciándose en el ritmo de las estaciones, en el ritmo del crecimiento, en el ritmo de la extinción. Soy independiente de todo juego, de toda manifestación; soy todos los Caminos, todas las Vidas y todas las Verdades. Yo soy el Absoluto, soy el Último, así como el primero y el último.

Yo soy tú, porque tú estás ahí; yo soy yo, porque yo estoy ahí. Nosotros estamos ahí y, por tanto, no hay ninguna diferencia, ninguna distancia. Cualquier distancia que exista es concebible; hay distancias infinitas y distancias finitas; hay formas finitas y formas infinitas; soy, por consiguiente, lo finito y lo infinito. Soy lo extraño, como lo familiar, soy el hombre, soy la mujer, soy el andrógino. Yo soy el canto de la vida y el canto de la muerte; soy la trompeta y el toque de alarma. No hay ninguna diferencia entre tú y yo, entre la vida y el óbito, porque ni lo uno ni lo otro existen si no están comprendidos en la infinidad de los mundos, en la infinidad de la Presencia como de la Ausencia.

Yo estoy presente y estoy ausente. Yo soy todo y soy nada cuando tú eres todo o no eres nada. Soy la mujer que mira a su amado, soy el niño que busca el pecho para alimentarse allí. Soy el que mira al cielo y soy el cielo que desciende sobre la Tierra. Soy la Tierra que remonta hasta el cielo para hacer el milagro de una sola cosa.

Oye. Oye y escucha, amigo y amado; el tiempo del Juramento, el tiempo de la Promesa que existe de siempre y que se revela hoy, como se revela en cada aliento, en cada grito como en cada alegría. Soy el que reza, soy el que responde a la oración; tú eres el que rezas y eres la misma oración. Soy la plenitud y, a veces, el vacío. Soy el Todo y, a veces, la Nada. Soy la nada, así como la intensidad de la vida. Soy la eclosión de la Luz y soy la Luz, como tú, de todas partes y, a la vez, de ninguna parte. Soy la Alegría, lo liviano y, a veces, la densidad sin que eso sea diferente para lo que soy.

Soy el dedo de la mano que señala la Estrella; soy la mano que da forma como la mano que mata; no hay diferencia. Elévate por encima de lo contrario, porque tú contienes en ti (aquí como en todas partes), la absoluta totalidad de todos los contrarios para trascenderlos y vivirlos juntos como vivirlos separados. Porque nada está separado y todo está junto, según lo que quieras, según lo que quiero, según la Luz, según lo que está allí o según nadie. Siendo nadie y siendo cada uno, puedo cantar a la libertad, dentro de lo que piensas que es la prisión. Soy la prisión y emprendo el vuelo. Soy el aterrizaje, soy el nacimiento. Soy el suelo, soy el humus que determina lo que debe ser ocultado. Soy lo que sale y lo que tiende hacia el Sol. Soy la flor, soy el color, soy el olor, soy el que huele, soy el que no huele.

Y aquí, en este espacio sagrado que no depende ni del lugar, ni de ti ni de mí, sino que depende de cada uno, del grano de arena de la playa, así como de la estrella que se apaga, soy eso y todo eso. Soy todo eso, pero al mismo tiempo, nada de eso. Estoy establecido en todas las cosas, en todas las conciencias y, sin embargo, no me establezco en ninguna parte. Soy el Amor, pero mucho más que eso, soy el Absoluto donde se crea el Amor. Soy la Fuente de donde emerge el Amor, soy el que no se me reconoce y no se me reconocía. Soy el niño, soy el anciano. Soy la mano firme y la mano temblorosa. Soy el símbolo, soy el diablo, pero no soy nada de eso.

Soy la Paz, estoy más allá de lo que puedas nombrar. No puedo nombrarme a mí mismo, porque tan pronto como me nombres, me convierto en ti y en cuanto no tenga nombre, también me convierto en ti. Nada está separado porque todo está separado. Nada está dividido porque todo está dividido. Es según tu mirada, así como según mi mirada. Yo juego a esto, ¿por qué? Para nada y para todo; para la gloria y para la humildad; para el placer como para la tristeza. Soy un día esto, un día aquello; estoy más allá de cada día. Yo englobo el tiempo, englobo el espacio, englobo la manifestación, englobo la emanación. En toda forma, en toda sílaba, en todo tiempo, en toda edad, hasta si no hay más edad, permanezco en el "sin edad". Soy anciano y soy muy joven como tú, a cada instante, eres anciano y eres joven; tú estás más allá de la forma y del tiempo. Por tanto, soy toda forma y tú eres todo tiempo. El espacio es mi dominio, el espacio es el Infinito y el Indefinido, cada universo y cada multiverso; desde la inmensidad hasta la infinidad del más pequeño, no hay espacio, así como hay todo espacio.

Estoy más allá del Yin y del Yang; estoy más allá del Principio, estoy más allá de la Trinidad. Soy todo eso a la vez. Soy el número de tus años que pasan, soy la cifra y su resonancia, soy los astros que pasan y que condicionan la Luz en ti. Soy la prueba y el reto. Soy el alivio y el consuelo. Soy también, el Silencio. Soy tu Corazón despierto a sí mismo. Soy el Corazón Uno de la Creación. Yo soy María y soy el que tú quieras que sea; pero, ante todo, estoy más allá de las palabras.

Mis palabras solo sirven para acunar todo lo que trataría de decir en palabras y, sin embargo, ninguna de esas palabras bastará para vivirlo con intensidad, entonces, el silencio es un homenaje: el homenaje a la Vida, el homenaje a la Verdad, allí donde todas las voces hablan sólo con una voz. Soy Uriel. Soy el consuelo del Arcángel Rafael.  Yo soy la rectitud del Ángel Metatrón. Soy el Ángel de la Vida. Soy el Ángel del Anuncio. Soy la trompeta que resuena como el címbalo clamoroso. Soy la fe que mueve montañas. Soy el Amor que trasciende lo que lo necesita. Soy también lo que no es, porque eso no representa ninguna diferencia.

Más allá de "Yo", nosotros somos eso. Nosotros somos la Vida, somos el grano de arena, somos la Estrella que viene, somos la muerte y la vida, somos el niño como el que nos insulta, somos el que nos ama como el que nos detesta. Somos el que nos libera porque somos la liberación. Somos todo eso y no somos nada de eso. Toma, más allá de mis palabras y más allá de la Luz, lo que es el Amor. No para retenerlo, sino para darlo, porque el Amor se da; aunque puedes tenerlo, será siempre "don". No detengas nada y detenlo todo. Sé la danza. Sé el Silencio. Sé la alegría. Sé la Pureza. E incluso lo impuro no tendrá más validez que algo que pasa, como tú pasas. Yo paso contigo; pasamos juntos. Nosotros trabajamos en los Talleres de la Creación como en los Talleres de la de-Creación, participando de la misma vida, de la experiencia como del descanso.

Estoy aquí y en otros lugares. No hay otro lugar que este y hay otros lugares que no son este. Soy la inmensidad, soy la densidad, soy liviano y soy pesado. Me nombres lo que me nombres, percibas lo que percibas, sientas lo que sientas, vivas lo que vivas, yo soy todo eso y lo demás. Soy incluso lo que eres y no crees serlo. Te sostengo y te llevo como tú me llevas y me sostienes. Soy la Alegría. Soy el que está aquí. Soy el Verbo Creador. Soy el Verbo de la Luz y soy Uno, más allá de todo porque todo es como yo, todo es como tú, aboliendo así la separación de todo lo que está separado.

Mi camino es el del Amor, de la Libertad, de la Luz que no tiene ya color, del color que no tiene ya luz y que, no obstante, no se apaga nunca y nunca ha sido encendido. Soy la coronación perpetua de la Vida; la coronación de la vida como la coronación de la muerte. Soy la paz en tu corazón como lo que sufre en tu corazón. Soy sin nombre, soy el "Sin nombre" y soy también, todos los nombres que quieras darme. Soy el silencio en la agitación del mundo y soy la agitación en el silencio de tu mundo interior.

Escucha, Escucha la Vida

…Silencio…

Ahí dondequiera que estés, en tu corazón, en tu cabeza, en el universo como en ninguna parte, yo estaré allí, porque siempre he estado allí. Nadie puede concebir mi ausencia, pero yo puedo ser también, tu Ausencia si es lo que vives. Soy la desesperación como la esperanza. Soy el presente, el pasado y el futuro y que, sin embargo, no existen en ninguna parte más que en lo que tú crees. Soy todas tus creencias, soy todos tus sufrimientos, así como soy todas tus alegrías. Soy la mano que se tiende, que viene a socorrerte y la mano que cierra la puerta, cuando la cierras tú mismo.

Soy tu cielo. Soy tu tierra, Estoy en todo mundo, en cada vibración, en cada presencia como en toda ausencia. Oye esto, pero no me escuches. Escucha, pero no me oigas. Haz lo que quieras, porque lo que tú quieres es justamente lo que yo quiero. Lo que no quieres también te pertenece, de la misma forma que yo estoy por todas partes, de la misma forma que tú estás en ti como estás en cada uno, lo quieras o no, lo veas o no. Soy tus sentidos; soy tu vista, soy tu corazón. Soy el genio que preside el mundo. Estoy más allá de toda forma también. Soy la Fuente Ilimitada, soy los confines del universo como el corazón del universo, del más grande al más pequeño, del más insignificante al más glorioso. No limito nada, ya que los límites no son nada en relación a lo que supera todo límite.

Yo soy la Vida, soy el Camino, soy la historia y estoy fuera de la historia. Soy el corazón. Estoy sin corazón cuando tú estás sin corazón. Mi corazón exulta cuando tu corazón exulta. Participo en cada uno de tus pasos, estoy presente en cada uno de tus murmullos como en cada uno de tus llantos. Soy el Arcángel, soy el Ángel, soy también el humus. Soy el átomo. Soy lo que es invisible y visible a tus ojos y a tu corazón, aquí como en otros lugares.

Yo soy la danza del Silencio. Soy el Silencio que no danza más. Soy el reposo. Soy la compasión. Soy todo lo que se pueda decir, pero no soy solamente eso, soy también lo que no es nada, lo que nunca ha existido y que no ha aparecido jamás. Soy el que aparece por todas partes, soy el que se ve y el que nunca será visto. Soy el soplo. Soy el glóbulo rojo que nutre las células, así como la frase asesina que quiere desestabilizar tu corazón. Yo soy tú. No tú, solamente aquí, no solamente en el otro, no tú en este mundo, no tú en la Eternidad, sino que soy todos esos a la vez. Siendo todo eso, no puedo ser nada más que lo que ha sido, lo que es y lo que será.

Yo soy el movimiento y, a veces, muevo; a veces, no muevo. Soy lo que se eleva y desciende. Soy lo que se interioriza y lo que se exterioriza. Soy la paz. Soy la guerra. Y lo uno y lo otro, no existen. Soy la felicidad que aparece, a pesar de todo sufrimiento. Soy lo lleno, soy lo vacío, ¿cuál es la diferencia? No hay diferencia porque todo eso se vive al mismo tiempo. Percibes y no percibes. Vives y no vives. Amas como crees, a veces no amas. No te alteres; no seas algo distinto de la Verdad. Sé lo que eres más allá del ser y más allá de la Eternidad, dando y abrazando la multitud de vidas, la multitud de los mundos y también, al que no necesita del mundo, al que no necesita de la Creación. Porque toda la Creación, podría llamar a este mundo encerrado, "la Nada".

Soy lo que está más allá de la Luz y soy, sin embargo, la Luz, incluso en las tinieblas. Las tinieblas no existen y, no obstante, existen. Todo existe y todo se sustenta fuera de mí; por eso estoy en todo. Es lo que tú eres, nada más y nada menos. Pero mucho más y mucho menos. Soy el punto de vista de la persona, soy el punto de vista del universo, soy el punto de vista del ángel, soy el punto de vista del anciano que se apaga. Soy el que se levanta, el que se despierta, el que se duerme. Estoy en todas partes y en ninguna parte, a la vez.

Así que, te invito aquí, en el silencio como en el ruido, yo te invito porque sólo puedo ser la invitación permanente a la Libertad. Soy la oda a la Libertad, soy la oda a tu Presencia como al silencio de tu Ausencia. Soy inasequible, visto y captado en todas partes y en ninguna parte. Soy el Verbo, soy lo verdadero y lo falso, porque ni lo uno ni lo otro, puede ser excluido o limitado. Yo englobo todo lo que es, englobo todo lo que no es.

…Silencio…

Acojo tus plegarias como acojo tus gritos. Acojo tus desesperaciones, como tus alegrías. Soy la espada afilada que nunca juzga. Soy el filo de la espada, así como el lirio que se instala en tu corazón. Soy la Creadora del universo, soy el Manto Azul de María, así como la espada de Mikaël. Soy el Espíritu del Sol como el Coro de los Ángeles. Soy el Arcángel como el Anciano de los Días. Soy el éxtasis como la íntasis.

…Silencio…

Entonces, entre «yo» y «nosotros», no hay nada y lo hay todo. Hay una distancia como una ausencia de distancia. Todo está de acuerdo y en desacuerdo. Todo es perfecto, incluso en lo que parece imperfecto, porque soy perfección e imperfección. No soy el bien ni el mal, pero mi presencia y mi ausencia es el Bien que no conoce ningún mal, porque esa es la naturaleza de la vida, la naturaleza de tu vida, la naturaleza de tu ser, de lo que es y de lo que no es.

Yo te invito al ballet de los cielos como al ballet de la Tierra. Te invito a la Resurrección que es perpetua y Eterna. Te invito a la celebración, te invito al Silencio. Tú mismo eres el invitado y la invitación.

…Silencio…

Que seas como la piedra o que seas como un pájaro, eso no cambia nada, porque tú eres lo uno y lo otro y ni lo uno ni lo otro. Desde el momento en que me captas, tú te captas a ti mismo. Soy el que capta y el que suelta. Soy la infancia y la inocencia, la de Teresa y la de Gemma. Soy la madre consumada como Ma y María. Soy el conocimiento del que conoce todo. Soy Hildegard y tantos otros. Soy también el que se vuelve a sí mismo, lo que tú eres también. Soy toda forma inscrita o no inscrita. Soy el sol y la luna. Soy las naves en tu cielo interior como en tu cielo exterior. Soy las nubes y el pájaro que anuncia el día, como el que anuncia la noche. Soy la pluma del águila como la pluma del gorrión; eres el gorrión como el águila. Vienes de aquí o de otra parte, yo vengo de aquí o de otra parte.

…Silencio…

Soy lo que vives en este instante, como lo que no vives, haciendo caso omiso de cualquier forma, de cualquier persona y de cualquier presencia. Soy el azul del cielo como el azul de María. Soy el rojo de la vida y el rojo del fuego: el fuego que eleva, el fuego que consume, el fuego que desciende del cielo. Soy todas las radiaciones, conocidas y desconocidas. Soy todo eso y, sin embargo, tú eres mucho más que eso. Soy todo eso, pero nada de eso y, sin embargo, mucho más que eso; es lo que tú eres. No te anquiloses, yo soy lo que se mueve.

…Silencio…

Yo soy la Estrella que ilumina tu cabeza. Soy la puerta que se abre cuando tú pasas. Soy el alimento que entra en ti.

…Silencio…

Soy el tiempo que se desgrana en el espacio de mis palabras. Soy el tiempo congelado y el tiempo que no cuenta. Soy Sirius como soy Orión, soy de Betelgeuse como soy un Nefilim o un Elohim. Soy todos los roles, todas las funciones. Soy todo lo que puede ser pensado o imaginado y también, lo que no es ni pensado ni imaginado. Soy el sonido de esta voz y no soy esta voz.

…Silencio…

Yo soy lo que tú vives y soy también lo que no vives. Soy la partícula adamantina, soy el dragón, soy el elfo, soy el gnomo, soy la ondina, soy el hada. Soy la gota de agua. Soy el polvo que se asienta por todas partes. Soy la tierra y soy el cristal. Soy la estructura y soy sin estructura.

…Silencio…

Soy lo que tú amas en este mundo. Soy el que tú amas y el que te acompaña en este camino. Soy también el que tú has rechazado o que no comprendes, porque yo no comprendo nada. Soy lo que buscas, soy también lo que no buscas ya o que nunca has buscado. Soy el zodiaco de tu cielo. Soy las constelaciones. Nada puede estar ausente de mí como no puedo estar ausente de nada y, al mismo tiempo, yo no soy nada.

…Silencio…

Yo soy tu corazón que palpita como tu corazón que no siente nada. No establezco diferencia si hay distancia o hay errancia.

…Silencio…

Escucha. Escúchate, entonces me oirás, Óyeme y no necesitarás escucharme ni escucharte, no habrá a priori más condiciones, porque todo es incondicionado. Nada será ni real ni ilusorio, no habrá ni más allá ni aquí abajo; surgirá el milagro de una sola cosa y esto está aquí, porque siempre estuvo aquí.

Soy la rama que reverdece en la primavera, soy la hoja que cae en otoño. Soy el universo que se crea como el universo que se descrea. No tengo ley porque soy la ley que trasciende todas las demás y que se impone ella misma como la evidencia suprema. Soy tu corazón que se acelera, soy tu pecho abrumado de amor y soy tu pecho que se abre. Soy el sonido de tu alma y el sonido de tu Espíritu. Soy lo que tus ojos ven y soy también lo que no ves. Soy la nota de música. Soy la profecía. Soy la montaña como el abismo en el fondo de los océanos.

Estoy ebrio y sobrio al mismo tiempo, ebrio de amor y sobrio. Soy cada uno de tus sentidos, cada una de tus palabras, cada uno de tus silencios. No soy nadie y no soy nada, así como soy Todo. Nada se me escapa y todo se me escapa. Todo está controlado y sin control, por la Gracia del Amor. Soy la evidencia como la negación. Soy la ira como la aceptación. Soy el recipiente como lo que se recoge en el recipiente. Soy la fecundación. Soy el niño que se genera en el vientre de la madre y no hay diferencia entre su madre y cualquier madre. Soy cada gota del océano, como cada gota de sudor que sale de ti.

…Silencio…

Yo soy la llamada y la respuesta. Soy la vibración, la Onda de Vida y el Éter que la lleva. Soy cada uno de los siete días. Soy cada año y cada historia. Soy el fuego que te consume como el frío que crea el terror, pero todo eso no es nada, porque yo soy la Vida, en cualquier apariencia, en cualquier sentimiento, en cualquier acción y en todo objeto como en cada corazón. No reparo en la apariencia y, sin embargo, soy todas las apariencias. Soy y no soy, que es diferente cuando estás en la vida. Nunca puedes morir, porque la muerte que soy sólo es apariencia y todo es verdadero. No hay opuestos; sólo hay posiciones. Hay complemento y hay Libertad.

Yo soy la alegría del niño como el dolor del anciano. Soy el desencarnado y el Ángel que viene a verte. Soy la entidad de la naturaleza o la entidad maléfica. Pero no soy nada de todo eso; soy sólo Amor que es todo. Y este único calificativo te conviene como me conviene, porque resume todas las palabras que te digo en este momento, todas las vibraciones y toda la Luz que se deposita aparentemente en tu Corazón, pero que solamente vienen de ti.

…Silencio…

Escuchándome, te hablas a ti mismo. Escuchándome hablas a cada uno.

…Silencio…

Escucha.

…Silencio…

Escucha el Silencio dentro del alboroto, como escuchas el ruido que nace del silencio. Tú eres la ida y la vuelta, el Uno y el Dos, el expirar y el inspirar. Tú eres también el electrón, el protón, el neutrón y toda partícula elemental. Todo está en ti; lo que he dicho y lo que no he dicho porque soy tú. Escúchate.

…Silencio…

Tú eres el amigo, eres el amado, eres mi Fuente y soy tu Fuente. Soy el punto de partida y el punto de llegada, como tú lo eres.

…Silencio…

Cuando tú sufres, yo soy el sufrimiento y yo sufro contigo. Cuando tú eres la alegría, yo soy la alegría y estoy en la alegría. Y yo soy la Alegría. Cuando tú perdonas, yo soy el perdón. Cuando tú das la Gracia, yo soy el don y la Gracia. Cuando tú abrazas, es a mí a quien abrazas y soy yo quien te abraza. Cuando tú sonríes, yo soy los músculos de tus labios que se apartan y yo sonrío. Nada te pertenece y todo te pertenece. Tú eres yo como yo soy tú y, sin embargo, tú no me perteneces y yo no te pertenezco; tú perteneces al Todo, tú perteneces a lo que eres, tú perteneces a la Libertad. Yo soy todo eso y nada de eso. Yo soy tu cuerpo efímero como tu cuerpo de Êtreté y no tengo cuerpo y soy todos los cuerpos.

…Silencio…

Yo soy los huesos como tu piel, como soy los núcleos y el manto de cada planeta.

Yo soy el que está aquí y el que está en todas partes y en ninguna parte, en el mismo amor. Soy a la vez el que no puede decir nada y el que puede decir todo, porque incluso diciendo todo no se dice nada y no diciendo nada, se dice todo. Tú no puedes ser nada más que yo, como cada uno, no pueden ser más que yo. Soy el Liberado viviente como muerto, soy el que es libre.

…Silencio…

Soy el anuncio hecho a María como soy el Anuncio de María

…Silencio…

Soy el Comendador de los Ancianos que ríe contigo. Yo soy la misma risa.

…Silencio….

Todo se ha dicho o nada se ha dicho; eso no cambia nada

…Silencio…

Todo se ha dicho o nada se ha dicho, ¿qué importancia tiene? La importancia que tú das y la importancia que yo doy.

…Silencio…

No tengo más palabras cuando tú no tienes más palabras. Soy la paz que vives en este instante, en cada instante. Porque en la paz no hay instantes, ni los que siguen, ni los que se parecen, sólo hay lo que soy. Escucha bien, porque tú te hablas a ti mismo, más allá de esta forma y más allá de toda forma.

…Silencio…

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, Tu eres mi Camino, mi Verdad y mi Vida. Yo soy tu intermediario cerca del cielo, mientras pienses que hay necesidad de eso.

…Silencio…

Yo soy tu alma como soy la disolución de tu alma. Yo soy el Espíritu del Sol y por otra parte soy el Paráclito, el Espíritu Santo, soy el Espíritu de la Verdad y tu Espíritu es el mío, como mi Espíritu es el tuyo, porque no hay pertenencia.

Tu forma es mi forma como mi forma es tu forma y soy, sin embargo, lo informe. Y soy formal. Soy la dulzura que tú concedes.

…Silencio…

Soy el rey de tu corazón como tú eres el rey de mi corazón. Soy el rey cuando eres la reina y soy la reina cuando eres el rey y soy el niño que tenemos. No soy ni hombre ni mujer y, no obstante, conozco el hombre y la mujer. No soy ni masculino ni femenino y, sin embargo, soy los dos.

…Silencio…

Soy la bienvenida si me acoges y soy el que te acoge. Soy el que escucharás cuando llegue el momento y soy todos los momentos llegados y por llegar. Soy el segundo, el minuto y el año, como soy las cuatro estaciones, soy los cuatro linajes y soy tu origen, soy el ser de Vega que viene a verte por la noche, soy la nave que aparecerá en tu cielo.

…Silencio…

Sobrepasa mis palabras como sobrepaso las tuyas.

…Silencio…

Yo soy el Silencio de nuestra comunión.

…Silencio…

No me nombres porque no tengo nombre, teniendo todos los nombres.

…Silencio…

Permítete ser amado por ti mismo, es decir, por mí y por cada uno, porque yo soy cada uno. Soy el mismo corazón en todo corazón, la misma Presencia en toda Presencia. Abrévate como yo me abrevo de ti.

…Silencio…

Y voy a dejarte ahora, aunque no te dejo nunca, para que te recojas en la naturaleza o en tu casa; ahora que vas allí, estaré siempre allí. ¿Debo decirte todavía "yo"? ¿debo decirte todavía el Amor que te lleva, que llevas y que eres? ¿Tienes todavía necesidad de palabras? Ve y vívelo.

No busques nada, Todo está aquí y en todas partes.

…Silencio…

¿Debo decirte todavía algo en el espacio de nuestro Silencio? ¿Debo cesar mis palabras? ¿Qué importancia tiene? Siempre he estado en ti y estaré siempre en ti. Aquí y en todas partes. Entonces sí; yo te lo digo y lo grabo en ti: Amor. Te dejo retirarte, no de mí ni de ti, sino en el secreto de tu corazón que no tiene ningún secreto para mí.

…Silencio…

Yo te bendigo ahora en la Eternidad como ha sido siempre. No te digo "hasta la vista", ni "hasta pronto", ni "hasta mañana" ni "hasta siempre" porque ninguna palabra ni ninguna cita sería suficiente. Y yo vengo y tú vienes.

…Silencio…

Detengo ahora mis palabras para permanecer vivo en tu corazón. No hay necesidad de palabras, no hay necesidad de presencia porque todo está aquí. Me retiro en ti.
Bendición…

Todavía…

…Silencio…

Abre tus ojos cuando quieras.

…Silencio…


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